Venezuela en clave internacional

Miguel Paradela López PUNTO DE VISTA

OPINIÓN

RONALD PEÑA R. | EFE

17 ene 2025 . Actualizado a las 09:51 h.

El reciente derrumbe del Gobierno sirio de Bachar al Asad ha mostrado cómo grandes cambios políticos pueden suceder en muy pocos días y sin aparentes signos previos. Por eso, hace unos días la comunidad internacional observó con gran expectación la toma de posesión de la presidencia de Venezuela, en la que tanto Nicolás Maduro como Edmundo González anunciaban que serían investidos como jefes de Estado. Aunque fue finalmente el primero quien asumió la presidencia, dando continuidad al Gobierno iniciado en el 2013, lo ha hecho en un escenario de profunda inestabilidad y convulsión política.

En primer lugar, la oposición política, durante muchos años fragmentada y enfrentada entre sí, ha mostrado en los últimos meses un mayor grado de organización, como se evidenció en la campaña de recogida y publicación en línea de las actas de las pasadas elecciones. Esta campaña, unida a un liderazgo más presente de María Corina Machado y Edmundo González, ha provocado un cuestionamiento de la victoria electoral del PSUV y ha llevado a una creciente tensión en las principales ciudades del país. En segundo lugar, aunque por ahora el Gobierno continúa evidenciando un control efectivo del país, surgen cada vez más indicios de desgaste dentro de las principales instituciones venezolanas, incluida la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, garante histórico de la estabilidad de la revolución bolivariana iniciada por Hugo Chávez.

Sin embargo, estas elecciones no son solo relevantes desde una perspectiva nacional. En un creciente contexto de pugna entre grandes potencias, Venezuela, un país situado en el «patio trasero de Estados Unidos» y con numerosos recursos energéticos y mineros, despierta un elevado interés tanto para este país como para Rusia y China. Por su parte, Kaja Kallas, como alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, emitió recientemente un comunicado en el que rechazó el resultado oficial de las elecciones y anunció nuevas sanciones a cargos del Gobierno venezolano, aunque sin llegar a reconocer a Edmundo González como presidente del país.

Esta decisión obedece probablemente al deseo de evitar un reconocimiento de la oposición que limite futuras relaciones con el Gobierno de facto, en caso de que este termine consolidándose, tal y como sucedió con la presidencia de Juan Guaidó entre 2019 y 2023.

Además, no puede descartarse que la pronta llegada del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien recientemente ha hecho afirmaciones preocupantes acerca de su permanencia en la OTAN y sobre su interés en anexionar Groenlandia (sin excluir el uso de medios militares), haya influido en una actitud más comedida por parte de los países de la UE. En un contexto de creciente tensión internacional, una probable crisis económica en Alemania y Francia y en tanto que su principal aliado militar y económico no defina su nueva visión geopolítica, es improbable que la UE incremente sustancialmente su compromiso con la oposición venezolana.