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En medicina, como en la vida, no dejamos de aprender, sobre todo si estamos atentos a la realidad cotidiana. Históricamente, el virus de la bronquiolitis (virus respiratorio sincitial, VRS) era conocido y temido porque en los meses de invierno se disparaban las infecciones respiratorias en los niños y se convertía en la causa principal de los ingresos y asistencia en urgencias hospitalarias de pediatría, así como de la saturación de las consultas en los centros de salud.
La introducción de la inmunización contra el VRS en el calendario de vacunación recomendado y financiado de los niños menores de 1 año en Galicia ha cambiado totalmente el panorama de las enfermedades respiratorias en el pico epidémico estacional.
Los anticuerpos administrados a partir de la última semana de septiembre que empezamos a hacer en el 2023 en Galicia son un gran éxito de salud pública que debemos apuntarle a la Xunta presidida por Alfonso Rueda. El ejemplo de Galicia y los resultados exitosos de la campaña invernal 2023-2024 movieron a que otras autoridades autonómicas copiasen la acción de la Xunta. Podemos estar orgullosos porque nuestra Xunta marcó el camino que ha permitido evitar miles de ingresos y miles de consultas en hospitales y centros de salud de Galicia, primero; y de toda España, ahora, al seguir nuestro modelo.
El coste de la dosis de anticuerpos se sitúa en torno a los 200 euros por niño y su administración masiva y gratuita a los menores de 1 año ha sido no solo un éxito sanitario indiscutible, sino también un ahorro para las arcas del Sergas. La inversión de 3 millones de euros en comprar las dosis de anticuerpos para administrar a los 14.103 bebés nacidos en Galicia nos ha ahorrado más de 10 millones que en el 2022 tuvimos que gastar en ingresos y consultas en los servicios de urgencias pediátricas en nuestros hospitales públicos.
La política de ampliar y completar el calendario vacunal, no solo de niños, es una señal de identidad de la Xunta presidida por Rueda y es un éxito de la política sanitaria de este presidente y su gobierno.
Los ingresos de lactantes, niños menores de 1 año, aquejados por casos graves o moderados de infecciones son parte del pasado. Las médicas residentes que se han incorporado a partir de mayo del 2024 ya no ven las ucis pediátricas saturadas en diciembre y en enero por infecciones graves del VRS. Como mucho, verán algunos casos moderados o leves que se irán con el tratamiento ambulatorio adecuado a sus domicilios.
Mientras esto pasa en pediatría, en los servicios de urgencias de adultos asistimos a un aumento de los diagnósticos de infección por VRS en personas mayores de 65 años que presentan cuadros de dificultad respiratoria causados por el virus de la bronquiolitis.
O sea, si antes la bronquiolitis era el diagnóstico mayoritario en las enfermedades respiratorias de nuestros niños o nietos, ahora son los abuelos los que se infectan no solo por el virus de la gripe o los gérmenes habituales del catarro común. El VRS se está convirtiendo en un causante de infecciones respiratorias en personas mayores que exigen ingreso hospitalario en el pico epidémico invernal.
A la luz de lo que hemos aprendido los pediatras con la administración de anticuerpos específicos para el VRS, me atrevo a sugerir que se estudie la administración del mismo principio terapéutico a los grupos de riesgo de las personas mayores de 65 años. Creo firmemente que la población mayor, con más riesgos, debe ser protegida como lo son nuestros niños frente al VRS.
Se puede hacer y se debe hacer. Se pueden evitar ingresos y saturaciones de los servicios de urgencias. La Xunta de Rueda debe también innovar en la protección de la salud pública de nuestros mayores con riesgo alto. Seguro que seremos otra vez el ejemplo que seguir.