O ímos y leemos a diario maravillas sobre la inteligencia artificial. Uno todavía rehúsa emplearla para reemplazar a la suya, aunque alguna vez la ha utilizado para buscar información y fuentes, función en la que algunas de esas aplicaciones muestran eficacia.
En esta ocasión buscábamos la lista de extranjerismos cuyos plurales debían formarse con -es y que, según la segunda edición del Diccionario panhispánico de dudas, ahora también pueden crearse con -s. Teníamos una parte, y pedimos la lista completa a varios de esos chatbots. Ninguno pudo atender la solicitud. Lo cual es explicable si no acceden de alguna forma a la versión definitiva de la obra de la RAE, que por ahora solo está en la edición impresa. Parece que no vieron más allá de internet. Y con lo que ahí hallaron elaboraron sus respuestas. El problema no es cuando falta una respuesta, sino cuando, con un exceso de imaginación, se hacen afirmaciones erróneas. Como cuando uno de esos programas pensantes expone el anterior planteamiento del DPD y recoge disparates entre los ejemplos, ajenos a esa obra. Así, da por válidos tándemes (de tándem), clices (clic), cóctels (cóctel), cómices (cómic), clósetes (clóset), líders (líder), robotes (robot) y esnobes (esnob).
Otro aporta los plurales a la española youtuberes e influenceres, cuando la RAE no toma los singulares youtuber e influencer como voces de este idioma. Al que le preguntamos concretamente por el plural de bitcóin nos explica que «puede formarse de dos maneras: bitcoines y bítcoines, dependiendo de la acentuación. Ambas formas son correctas según las normas académicas». El único plural ortodoxo de bitcóin era hasta ahora bitcoines. Lo que también admite la RAE es el plural como en inglés, añadiendo solo -s, bitcoins, sin tilde, como voz aguda terminada en dos consonantes, y el de la variante bitcoin, bítcoins. Otro chatbot creativo cree que el plural de bitcóin también puede ser bitcóines, tildando una voz llana terminada en -s. Y a una pregunta sobre burbon responde con el plural de burbón, oxítono que solo existe en su cabeza.
Esperemos que para asuntos graves se empleen versiones más fiables de aplicaciones de inteligencia artificial.