El apagón del apagón

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

Marta Fernández | EUROPAPRESS

27 may 2025 . Actualizado a las 11:15 h.

Seguimos a oscuras. Esa es la cutre realidad. Mañana se cumple un mes del histórico apagón en toda la península ibérica y hay muy pocas certezas que hayan trascendido de verdad sobre lo sufrido por los ciudadanos, sobre el coste de tantas horas sin luz para las empresas. Fue una jornada demoníaca en la que por el momento únicamente hemos aprendido nuevos conceptos que desconocíamos, como el cero energético. El Gobierno estuvo lento aquel día. Y un mes después nos hemos instalado en la dinámica habitual de la política de hoy de bloques enfrentados, de acusaciones mutuas y de polarizaciones salvajes.

Mis compañeros de la sección de Economía les cuentan y les analizan hoy en La Voz los detalles que se han ido conociendo. Y llevan la información más allá con las numerosas denuncias que se están acumulando por el daño de aquel lunes a oscuras. Una conclusión de las conclusiones a las que han llegado es un titular que como siempre perjudica a los afectados, al ciudadano de a pie. Las medidas que se han tomado para evitar que se vuelva a repetir el drama han llevado a una subida de la luz. Se tira más de las centrales de ciclo combinado, de la energía de gas o de las nucleares y, para dar seguridad, se encarece un recibo que no es de recibo, que suele ser un escándalo.

Algún medio como El Mundo ha publicado que Red Eléctrica rebajó un cincuenta por ciento la protección el día del gran apagón. «Pasó de apoyarse la víspera, el domingo 27, en veinte centrales de gas y energía nuclear a emplear solo diez antes del lunes laborable», explican. Algo se hizo muy mal. Y no se trata solo de reabrir el debate sobre mantener las nucleares o apostar como en Francia por nuevas nucleares mucho más modernas, que han sido calificadas como energía factible por la Unión Europea. La Comisión ha clasificado en concreto la energía nuclear y el gas natural como energías «verdes» transitorias, lo que permite que sean consideradas como inversiones sostenibles. Enseguida, grupos ecologistas saltaron en contra de este posicionamiento. Consideran que retrasa la transición de combustible para frenar el fin del planeta. Siguen instalados en aquellas míticas pegatinas con un sol sonriente y el lema Nucleares? Non, graciñas. La tecnología ha evolucionado y no lo quieren ver.

Lo cierto es que mañana se cumple el mes del día que España y Portugal se quedaron a ciegas y no hay luz sobre casi nada. ¿Fue un abuso de renovables lo que hizo que dos países del viejo continente se quedasen a dos velas? No quieren dar la cara ni las explicaciones necesarias. Los ciudadanos han reaccionado como siempre que nos guía la falta de información: comprando transistores de radio, instalando generadores y volviendo al cámping gas, por si el cero energético regresa. Red Eléctrica insiste en que ha tomado las medidas necesarias, pero no las cuenta. El Gobierno quiere aumentar las transferencias de energía con Francia, donde sí tienen el seguro de las nucleares.

Llevamos un mes padeciendo el apagón del apagón.