¿Se hizo de manera correcta la revisión del elevador de Lisboa?

José R. Álvarez Arnau INGENIERO INDUSTRIAL

OPINIÓN

María Pedreda

07 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Estos días nos hemos sorprendido con la noticia del grave accidente ocurrido en el funicular de la Gloria de Lisboa, como ingeniero industrial llevé la dirección de explotación del elevador del Monte de san Pedro y este artículo quiere tranquilizar a la gente. El accidente nunca se podría producir en el elevador gallego.

Un elevador tiene tres sistemas técnicos de funcionamiento. La mayoría de ellos funciona con el sistema de contrapeso en donde existe una cabina —en la que se sitúan las personas, animales o cosas—, que tienen un peso determinado y un contrapeso con el mismo peso del de la cabina. Ambos se unen por un sistema de cables accionados por un motor. El mencionado motor no requiere demasiada potencia, ya que la diferencia de peso entre la cabina y el contrapeso es pequeña.

Otro sistema de elevación es cuando la cabina la desplaza un émbolo. Este tipo de elevadores están muy limitados en altura, ya que dependen siempre de la longitud del émbolo que no puede ser muy grande. El tercero es por presión de aire.

El funicular de Lisboa es del año 1885, en esa época no existía electricidad y, por lo tanto, no había motores eléctricos. El sistema de movimiento consistía en que cada cabina disponía de un depósito de agua. La cabina que se encontraba en la parte superior llenaba más su depósito con el líquido. Así por gravedad descendía y hacía subir a la otra cabina. ¡Curioso!, ¿no? Así funcionó hasta primeros de siglo cuando se instaló un sistema de movimiento por vapor, y a partir de 1925 se sustituyó por un motor eléctrico. El elevador del Monte de san Pedro dispone de la cabina y su contrapeso, pero al mismo tiempo cuenta con un sistema de cremallera en el que una rueda dentada encaja sobre un elemento fijo situado en la trayectoria del elevador. En el caso del elevador gallego, la rueda dentada la mueve un motor hidráulico.

Según la información que se ha transmitido a través de los medios de comunicación, en el funicular de Lisboa se habían hecho las revisiones reglamentarias, y la revisión de los cables estaba prevista efectuarla aproximadamente dentro de 300 días.

Lo que sí tengo claro es que la legislación en Portugal es la misma que la de España, ya que estamos dentro de la Comunidad Económica Europea, que es la encargada de legislar en esta materia.

Es obligatorio que todos los ascensores tengan contratado una empresa de mantenimiento, pero también es obligatorio que todos los años una empresa exterior colaboradora de la Administración certifique anualmente que el elevador pueda ser puesto en funcionamiento. La empresa hace las comprobaciones necesarias para realizar dicha certificación.

La revisión de los cables es uno de los puntos de obligado cumplimiento con efecto grave. Se realiza mediante un ensayo magneto inductivo, que detecta cualquier defecto del cable.

Me preguntarán entonces el motivo por el cual el elevador del Monte de san Pedro se encuentra paralizado en estos momentos. La razón es clara consecuencia de que el año pasado se publicó una nueva normativa sobre los ascensores y elevadores y el técnico que suscribe ha presentado un proyecto de adecuación del mismo a la nueva legislación que esperamos se resuelva en un corto espacio de tiempo. El cumplimiento de la legislación es prioritario.