Nacho Cano y Mariló Montero

César Rodríguez Pérez
César Rodríguez JUEGO DE TRONOS

OPINIÓN

Iñaki Berasaluce | EUROPAPRESS

12 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Parte de nuestra sociedad rinde tributo a un mito que no se sostiene. El que afirma que, frente a lo que ocurría varios decenios atrás, hay un nivel elevado de censura y que no se puede «decir nada». Lo curioso es que esas afirmaciones suelen hacerse en tribunas públicas. Y dan lugar a encendidos debates en las redes, conocidas por no moderar ni siquiera lo más abyecto. ¿Es una disonancia, una contradicción? Sí. De las gordas.

Tenemos dos ejemplos frescos. Uno en La Revuelta. Con Mariló Montero y David Broncano. Ella criticó la supuesta falta de pluralidad en TVE, con un argumento con base real: está fichando a presentadores de izquierdas. Y apuntó al silenciamiento de otras voces. Él respondió señalando otro hecho. Ella, supuestamente contraria a esa ideología, estaba «diciendo lo que quería desde un programa de máxima audiencia»

Nacho Cano, durante una actuación en Madrid en el mes de junio
Nacho Cano, durante una actuación en Madrid en el mes de junio Daniel Gonzalez | EFE

Más allá de la polémica, el contraste de pareceres entre ellos es bueno e invita a la reflexión: hay vida más allá de la trinchera. No pasa lo mismo con el otro protagonismo del «ya no se puede decir nada» de la semana, Nacho Cano. Desde El Hormiguero, el músico desbarró en directo con exabruptos y barbaridades. ¿Alguien se los censuró ? Nadie. Ni siquiera cuando invitó a la Guardia Civil a dar otro golpe como el de Tejero. Ay, las cabezas.