«Bullying», acoso y datos

Lucas Casas MAESTRO EN OURENSE

OPINIÓN

Jose Manuel Vidal | EFE

25 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Llevamos una semana hablando de acoso y bullying escolar por un desgraciado caso ocurrido recientemente en Sevilla. Es una evidencia que este tema va en aumento, pero también hay que tener mucho cuidado con las estadísticas y las encuestas.

En cuanto al acoso, debemos pararnos brevemente en su definición. Según el protocolo de la Xunta, acoso es cualquier forma de vejación o malos tratos continuados en el tiempo, ya sean de carácter verbal, físico o psicológico, incluido el aislamiento o vacío social, con independencia del lugar donde se produzca.

Se suele decir que las estadísticas y las encuestas lo aguantan todo, o, como dice el alcalde de Ourense, «lo medible no es opinable». Según las últimas estadísticas sobre acoso escolar publicadas en España, el 15 % del alumnado sufre acoso varias veces al mes. Si extrapolamos esas cifras a las dimensiones de un colegio medio supone que, de 300 alumnos de un barrio normal de una ciudad normal, 50 de ellos estarían sufriendo acoso escolar sin que nadie lo sepa y haga nada al respecto. La cifra es difícil de creer, por lo que yo me atrevo a decir que lo medible sí que es opinable. Y varias veces al mes, casi no da tiempo a hacer otra cosa...

El acoso es un tema difícil de afrontar, y no ayuda el uso abusivo a edades tempranas de dispositivos tecnológicos, que favorecen la interacción entre alumnos a cualquier hora del día o de la noche. En realidad, los niños llevan una bomba de relojería en el bolsillo o en la mochila disfrazada de teléfono móvil. Pero no hay opción, van a tener ese teléfono antes o después, así que la clave será educar a los niños en el uso adecuado de estas tecnologías y en algo que no es menos importante, el respeto. Me da la impresión de que si aprenden a respetar a sus abuelos, o a sus padres, o a sus tíos desde bien pequeños, cuando lleguen al colegio también podrán entender que hay que respetar a sus compañeros de aula o de recreo.

Así que no es tan difícil, la solución está donde siempre, en la educación.