Santiago no intervendrá salvo batacazo electoral

Miguel Ascón Belver
Miguel Ascón OURENSE/LA VOZ.

OURENSE

16 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Se lo advirtió Núñez Feijoo en el cónclave que alzo a José Manuel Baltar como presidente del PP ourensano: «Non vale de nada ganar un congreso se despois se perden as eleccións». El discurso del líder autonómico se interpretó ya entonces como un aviso. La dirección regional, que había apostado por su adversario, respetaría su autonomía mientras su gestión diese los mismos resultados en las urnas que había logrado su padre.

Los deberes están claros y la semana pasada se los recordó el número dos del PPdeG, Alfonso Rueda. El partido debe recuperar el gobierno de la capital y mantener el de la Diputación. Si no lo hace, a Baltar Blanco se le empezarían a complicar las cosas. Él será el único responsable de un eventual batacazo electoral porque la dirección regional se ha lavado las manos y aceptará la propuesta que el PP de Ourense, es decir, que José Manuel Baltar haga para encabezar las listas.

Si el presidente provincial hubiese seguido durante sus primeros cien días en el cargo los consejos que le dio Núñez Feijoo el día del congreso, la situación quizás fuese diferente. Decía el líder del PPdeG que sesenta y cuarenta -en referencia a los porcentajes de apoyo recibidos por los dos candidatos- suman cien y que la unidad es esencial para que la potencial electoral del partido no se resienta en la provincia. Pero Baltar Blanco no ha hecho caso.

El nuevo presidente provincial no ha conseguido el mismo consenso interno que su padre. O eso, o ahora los que discrepan se atreven a hacerlo públicamente. En cualquier caso, Baltar hijo tampoco ha puesto de su parte para curar las heridas que quedaron abiertas. Ha tratado de desgastar a los que fueron sus adversarios y, al margen de las crisis locales que se están cociendo en varios municipios, el mejor ejemplo está en la elección de candidato para la capital. Enrique Nóvoa tiene el apoyo de los militantes, pero nadie cuenta con que Baltar Blanco acepte que él lidere la lista. Del éxito en su elección dependerá en buena parte su futuro político.