La concesión concluye en el 2018 y el Concello duda si extinguir el servicio público
19 nov 2017 . Actualizado a las 14:09 h.Si en alguna ocasión ha viajado en el tren turístico que recorre las riberas del río Miño habrá comprobado la cara de asombro de los visitantes cuando pasan por delante de las instalaciones de un matadero municipal, en pleno corazón termal. Acabar con esa imagen es el reto que se han marcado los vecinos del barrio de A Chavasqueira, que a través de su asociación vecinal y con el apoyo de otros siete colectivos, han iniciado una ofensiva para que el Concello de Ourense cierre la instalación y derrumbe la infraestructura, que podría convertirse en un nuevo espacio verde que sumar a la oferta turística en el Miño.
Para conseguirlo apelan, entre otras cuestiones, al programa electoral con el que el Partido Popular concurrió a las elecciones municipales del 2015. En la propuesta 178, de las 200 que presentaron, se indica: «Propiciaremos o traslado do matadoiro municipal, recuperando un gran espazo verde e termal para o desfrute dos cidadáns ao carón das pozas termais da Chavasqueira». El momento para cumplir este compromiso no puede ser más propicio. La concesión municipal concluye a mediados del 2018. El servicio fue adjudicado en 1993 y ya se consumieron las dos prórrogas que se estipulaban en el contrato. La última de ellas bajo el mandato del PSOE.
La concejala de Comercio, Flora Moure, explica que la decisión definitiva no se ha tomado y que, además, hay varios aspectos por dilucidar. El primero de ellos es decidir si se mantiene la actividad con una vertiente municipal. En este sentido, hace ya meses el gobierno local pidió un informe inicial a la asesoría jurídica sobre si era un servicio que debía tener de forma obligatoria el Concello. La respuesta fue negativa , por lo que en principio no habría impedimento legal para cerrar la persiana del matadero. El segundo nivel de debate sería, en caso de decidir mantenerlo, la ubicación. En ese debate, la parálisis urbanística en la ciudad juega en contra de los vecinos de A Chavasqueira. «De momento, no hay una decisión tomada. Cuando llegue el momento, habrá que analizar todas las opciones», señaló la concejala de Comercio.
Una tercera vertiente del conflicto sería laboral. En el matadero trabajan una quincena de personas y los informes deberían de aclarar, en caso de que se decida acabar con el servicio, qué sucedería con ellos.
Al margen del debate abierto en el seno del gobierno local, los vecinos tienen claros los motivos para argumentar la petición de que abandone el entorno termal. «No hay nadie en la ciudad que pueda estar a favor de que siga ahí el matadero, al lado de las pozas públicas», apuntó Manuel Pérez, secretario de la asociación de vecinos de A Chavasqueira.
Más allá del aspecto turístico, los afectados por la instalación municipal apuntan a una serie de perjuicios que afectan a su día a día: «Hay unos olores insufribles, sobre todo, a la hora de comer que es cuando dejan las vísceras y el mal olor se cuela por las tuberías y afecta a los vecinos de uno y otro de la carretera nacional. Además, cada dos por tres tenemos que estar llamando al Concello para que desraticen, ya que el matadero es un foco de infección».
A la presión vecinal se suma la política. Ourense en Común auspició una comisión de investigación por presuntas irregularidades en la gestión y también está al lado de los vecinos. «Es un servicio municipal a extinguir», concluyó el edil Miguel Doval.
«Hay que empezar a mover piedras. De momento solo hay maquetas termales»
Ocho asociaciones de vecinos de la ciudad que tienen su centro de operaciones en el entorno termal -Reza, Vistahermosa, Untes, San Miguel de Canedo, Pino, As Termas, As Burgas y A Chavasqueira- han iniciado una acción conjunta reivindicativa. Se reunieron hace unas semanas para acordar un calendario de actuaciones para que cada asociación ponga encima de la mesa sus reivindicaciones relacionadas con la zona termal. El objetivo es cerrar un escrito conjunto en el que se propongan proyectos que estén parados por el gobierno de la ciudad para exigir su reactivación. Además, tienen previsto solicitar entrevistas con los máximos responsables de las administraciones que tienen que apoyar un Ourense Termal, como Ministerio de Medio Ambiente, Xunta de Galicia, Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, Diputación y Concello.
El secretario de la asociación de A Chavasqueira, Manuel Pérez, explicó: «Tenemos que intentar que empiecen a mover ficha en la zona que va desde Untes hasta A Chavasqueira. Hay que mover piedras en la zona termal. De momento, todo son maquetas». Consideran que un documento conjunto de los colectivos vecinales es una buena medida de presión para el gobierno municipal.