La adjudicataria del cine de O Barco aduce pérdidas para pedir dejar la gestión

María Cobas Vázquez
maría cobas O BARCO / LA VOZ

OURENSE

LOLITA VÁZQUEZ

El regidor critica que las empresas bajen los precios sin estudiar la viabilidad, por el trastorno que genera después su renuncia

15 nov 2019 . Actualizado a las 18:52 h.

Era un contrato por dos temporadas (no completas, porque se firmó en enero) y ahora la empresa quiere romperlo antes de empezar la segunda. La adjudicataria de la gestión del cine comercial en O Barco de Valdeorras ha presentado su renuncia. Quiere dejar de proyectar cine de estreno en el teatro Lauro Olmo. De hecho, no se está programando actualmente a pesar de que los pliegos del concurso señalaban que la temporada comenzaría en septiembre y se prolongaría hasta junio, coincidiendo con el calendario escolar.

La empresa aduce falta de rentabilidad para tratar de romper el contrato. Sobre la posible solución están trabajando los técnicos, para ver de qué manera puede hacerse. «Lo está mirando el secretario y será lo que él diga», explicaba el alcalde, Alfredo García. Decía en este sentido que el Concello ha pagado su parte (el pliego recogía hasta 1.789 euros al mes para compensar posibles pérdidas) pero que, en cambio, la empresa no ha abonado los 2 euros por cada entrada vendida que ofreció en el concurso (y motivo, precisamente, por el que resultó elegida).

«La empresa dice que no le salen los números», añadía; para acto seguido criticar que las empresas se presenten a los concursos con ofertas a la baja que después no pueden mantener. «La oferta era baja», resaltaba García, en referencia a que el pliego recogía que de los 5 euros que cuesta la entrada al cine en O Barco, la empresa tenía que pagar un euro al Concello. La empresa adjudicataria ofreció dos, frente a los 1,20 euros de la otra firma que se presentó al concurso. «Presentan ofertas bajas, que como después no defienden, quieren irse», remarcaba en tono crítico, aludiendo entonces que la situación supone una paralización del servicio porque hay unos trámites administrativos largos que hay que cumplir antes de poder rescindir el contrato y ver qué se hace.