En el IES 12 de Octubre quieren poner en valor a las escritoras
23 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Las escaleras del instituto 12 de Octubre son algo así como el camino a la igualdad. Desde hace unos días, y gracias a una iniciativa del programa Club de Letras coordinada por el profesor Carlos Pérez, se han convertido en una enorme biblioteca feminista. En el espacio que hay entre cada peldaño ahora lucen los lomos de grandes obras de la literatura escritas por mujeres: de Emily Brontë a Elvira Sastre y de Emilia Pardo Bazán a María Solar, pasando por Agatha Christie, Mary Shelley o Irene Vallejo. «O ensino que se transmite nas aulas segue estando centrado no home. É incomprensible que existan materias, incluso de humanidades, nas que as mulleres teñan un papel absolutamente irrelevante. Non se entende como nas probas de acceso á universidade non se conte para nada con obras de autoras», explica Carlos. «O que pretendemos con esta iniciativa é invertir este paradigma e seguir os chanzos cara á igualdade», continúa. Esos peldaños los suben cada día alumnas como Alexia Moreiras, que a sus 17 años tiene claro que quiere que su futuro esté relacionado con la literatura, o con el arte. «Estudiamos a una o dos mujeres en cada asignatura, y esa es la forma de asegurar una igualdad que no es real, claro, porque hay muchísimas más», dice. Ella se inspira con los libros de Victoria Álvarez, de María Martínez y también de Jane Austen.
«Creo que seguen pintando que os referentes femininos son personaxes delicados, que teñen que ser salvados e supeditados ao home. É incomprensible que dende o sistema educativo non se faga suficiente para cambiar esa forma de pensar que a sociedade nos inculca», piensa la alumna Paula Baliño que siente especialmente la desigualdad en el ámbito deportivo. «Non podo nin comprar unha camiseta dunha xogadora porque non se venden e ver un partido de baloncesto feminino na tele, imaxínate», explica. En la biblioteca de su casa no falta Rosalía de Castro. A la estudiante Inés Reverter, también de 18 años, le mueve el arte y también la música. Durante años tocó el piano y advirtió en ese ámbito la desigualdad de géneros: «Las mujeres en la música clásica están completamente olvidadas. Si se nombran es de manera anecdótica». Dice que es algo que se aprecia incluso en el propio repertorio a interpretar: «Creo que nunca he tocado una obra clásica de una mujer y eso que he estudiado años en el conservatorio y eso hay que cambiarlo». A ella le gustaría poder dedicarse a la pintura o a la ilustración, por eso no para de leer sobre el tema. Cada vez más obras escritas y protagonizadas por mujeres.