
El colectivo gitano de Xinzo celebró su día internacional con la lectura de un manifiesto para reivindicar más ayudas
09 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El Concello de Xinzo se sumó este viernes a la celebración del día internacional del pueblo gitano con un acto oficial en el que se leyó un manifiesto por la integración y se izó su bandera en la fachada de la casa consistorial. La alcaldesa Elvira Lama, que presidió el acto, recordó las actividades formativas que se pusieron en marcha en el municipio para mejorar la calidad de vida de las mujeres participantes de este colectivo y para favorecer su integración laboral.
Durante el acto intervino José Luis Gabarri, predicador de la iglesia evangélica de Xinzo. Ahondó en la problemática de la vivienda, reclamando más ayudas, y subrayó la necesidad de integrar a la comunidad. «No participamos en lo que pasa en el pueblo, no lo entiendo. Creo que se nos ha dejado a un lado. Los gitanos necesitamos ayuda y toda la que venga se recibe, sea la que sea. La vivienda es lo más importante pero hay otras cosas ¿por qué no se nos llama, por ejemplo, para participar en el entroido? Nosotros lo sentimos como cualquier vecino», reflexionó.

La joven de 20 años Zaira Jiménez Giménez fue la encargada de leer el manifiesto. Estudió FP en Administración y finanzas y es todo un ejemplo para las mujeres de su familia. Aún así cree que todavía existe discriminación social y lo ejemplifica en la búsqueda de empleo. «Creo que a pesar de los obstáculos tenemos que hacernos visibles. Todos tenemos que hacer un esfuerzo por la integración. Nosotros y el resto. Yo puedo decir que llevo cinco años presentando mi currículo en todos los lados y no hay oportunidades», explica. Señaló que en más de una ocasión pensó en tirar la toalla y dejar los estudios, viajaba todos los días a Ourense, para trabajar y llevar dinero a su casa, pero subraya que sus padres la animaron a seguir. Gil Jiménez es el pastor de la comunidad gitana de Xinzo. Él mejor que nadie sabe cómo es la realidad de su pueblo. Subraya el golpe que supuso la pandemia y cómo muchos no han podido recuperarse de la falta de ingresos. «Mucha gente se dedica a ir a la chatarra y a la venta ambulante. Cuando estuvimos perimetralmente cerrados no pudimos salir. El 80 % vive en los poblados, pero los que a través de una ayuda Risga se fueron de alquiler a un piso, ahora no pueden pagarlos. Se suma ahora la subida de las facturas de la luz, el gasoil...», explica. Pide, como portavoz del colectivo, más ayuda, aunque señala que en el Concello siempre han tenido las puertas abiertas.