Los euros

Ruth Nóvoa de Manuel
Ruth Nóvoa DE REOJO

OURENSE

Pleno de septiembre, que duró casi cinco horas y en el que Jácome estuvo hora y cuarto
Pleno de septiembre, que duró casi cinco horas y en el que Jácome estuvo hora y cuarto MIGUEL ASCÓN

09 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Jácome ha asistido a lo largo de este año a ocho plenos de la Diputación, donde representa a su partido, Democracia Ourensana, y a los ciudadanos que lo votaron. En este tiempo no ha asistido a ninguna sesión íntegra. De hecho, si se suman todas las horas dedicadas al debate plenario, él ha faltado a seis de cada diez. Lo que sí ha hecho es cobrar íntegramente los 280 euros que le pagamos todos por cumplir con su deber político en esta institución, así como los 140 por las reuniones preparatorias de la sesión, para las que debe sentarse con su compañero y amigo Armando Ojea. Otra cosa sería saber a qué dedican ese tiempo de trabajo, puesto que prácticamente nunca intervienen y, en muchos casos, Jácome ni vota. A lo mejor es porque sigue pensando que las diputaciones no sirven para nada (aunque le sirvan para cobrar).

Es probable que el ciudadano que quiso meterse a político para no ser como los políticos crea que fijarse en sus ausencias —tan evidentes— es una forma de atacarlo. Porque para Jácome, cualquiera que no le dé la razón es el enemigo. Pero estaría bien que en algún momento se diera cuenta de que él —como tantos otros antes, como tantos otros en Ourense— es víctima de ese síndrome de la torre de marfil que la Real Academia de la Lengua define así: «Aislamiento e indiferencia de alguien, especialmente de un artista o intelectual, ante la realidad y los problemas del momento».

Durante muchos años Jácome basó sus críticas políticas en una frase: «Lo medible no es opinable». Y va a tener razón. Ocho plenos, más de 27 horas de sesiones, presencia en 11 de ellas y 2.240 euros cobrados. Efectivamente lo medible, alcalde y diputado, no es opinable.