Kyle Eastwood: «Disfruto trabajando con mi padre, te da una idea de la música que quiere para su película y libertad para componer»

Kyle Eastwood, el hijo músico del cineasta Clint Eastwood, está en Ourense presentando durante dos noches en el Café Latino (hoy, 22.30 horas, última actuación) su penúltimo álbum «Cinematic» (2019). Es la segunda ocasión que Eastwood actuaba en el mítico café ourensano. De la primera, en el 2011, recuerda con agrado al público y el local.

Con «Cinematic», un disco en el que repasa bandas sonoras clásicas de películas, Eastwood y su contrabajo han estado girando este año con el quinteto de músicos que le acompaña desde hace mucho tiempo: Andrew McCormack al piano, Quentin Collins, a la trompeta, Brandon Allen, al saxo y Chris Higginbottom, en la batería. En él incluye versiones de algunos de sus compositores de bandas sonoras favoritos, como Lalo Schiffrin, John Williams o Ennio Morricone. 

En su último trabajo, «Eastwood Symphonic», interpreta música de las películas de su padre, clásicos del cine como «Por un puñado de dólares», «El bueno, el feo y el malo», «Harry el Sucio», «Los puentes de Madison» o «Mystic River», entre otras, recordadas también por sus grandes bandas sonoras. La música y el cine, admite Kyle Eastwood, han sido las dos mayores pasiones en su vida.

Aunque Kyle Eastwood también escribió música para películas, afirma que recientemente no lo ha hecho. El último trabajo de este tipo fue antes de la pandemia. «Espero hacer algo el próximo año, pero aún no tengo planes, acabamos de grabar el nuevo álbum, que saldrá en abril, creo», explica. Compuso temas para «Mystic River», «Cartas desde Iwo Jima», «Gran Torino» o «Invictus», dirigidas por Clint Eastwood. «Cuando trabajo con mi padre, él a veces da una idea de lo que quiere o a veces da libertad para escribir y componer. Pero escribir para películas es menos libre que hacer música jazz», admite. Por ahora no sabe si volverán a trabajar juntos pronto. «Se supone que está empezando otra película, no estoy seguro, pero espero poder trabajar con él otra vez. Disfruto trabajando con mi padre, también cuando compone él. Él escribe melodías para las películas con el piano. Yo le ayudo, a terminarlas (ríe)». Kyle Eastwood cuenta  el proceso de componer bandas sonoras: «Normalmente, la música es lo último en una película, tiene un papel de soporte; a veces es mejor ver primero la película, pero alguna vez lo he hecho solo tras leer el guion», señala.

Kyle escuchó jazz desde niño en la casa paterna. «A mis padres les encanta la música, el blues, el jazz de los años 40 y 50 de las big bands», recuerda. A algunas leyendas, como Ella Fitzgerald o Sarah Vaughan las conoció personalmente o asistió a sus conciertos. «Era pequeño, y fue más tarde cuando me di cuenta de lo importantes que eran», apunta. Crecer al lado de un artista como su padre pudo influenciarle en su camino, pero cree que hubiera elegido la música igualmente porque es lo que más le gusta y a lo que se dedica desde los 18 o 19 años. En todo caso, le gusta seguir estando relacionado con el cine.

---

---

---