Cambió la arquitectura por la nutrición y creó un aperitivo que ha conquistado a El Corte Inglés

OURENSE

María Arcos es la persona que hay detrás de cada parte del proceso de creación y elaboración de los productos saludables Delinuts
04 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.María Arcos tenía 43 años cuando decidió dar un giro completo a su vida, dejar su trabajo de arquitecta y ponerse a bucear en el mundo de la nutrición. «Llegó un momento, después de nacer mi primer hijo y antes de nacer el segundo, en que me di cuenta de que la alimentación era crucial para mantenernos saludables y en que yo no hacía nada por comer bien. Es más, empezaron a salirme afecciones en la piel, me detectaron una enfermedad autoinmune y aún encima notaba que después de alimentarme estaba cansada, en lugar de con energía. Así que quise romper con todos los malos hábitos y centrarme en lo que comía», explica. Empezó a investigar sin parar y todo lo ponía en práctica en sí misma. «Llegué a la conclusión de que comemos demasiados cereales procesados y azúcares, así que los quité de mi dieta, pero para obtener más energía de la que nos aportan las verduras, pescados y carnes, creé Delinuts», afirma. Se trata de tres productos que buscan complementar las comidas diarias, especialmente dirigidos a deportistas pero también a todo tipo de público. Por una parte están las bolitas, hechas con dátiles, cacahuetes y cacao, perfectas para picar entre horas. Por otra está la pieza estrella de la marca, las barritas de energía. María creó su empresa como Comida Real Food en el 2019 y le cambió el nombre a Delinuts, mucho más atractivo y comercial, hace apenas unos meses, cuando conquistó a El Corte Inglés, que lo tiene a la venta en todas sus tiendas en España. «Es nuestro producto estrella. Lleva una base de almendra, dátil y cacao y luego hay distintas versiones: con café, con nueces y almendras, y con un mix de semillas», apunta María. El tercer alimento que elabora es una crema de cacao con avellanas y miel. Esta ourensana se crio entre Múnich (Alemania), a donde emigraron sus padres, y Vilar, una pequeña aldea del municipio de Maceda, hasta que con 18 años se marchó a estudiar Arquitectura Técnica a A Coruña. Nada le hacía presagiar que acabaría dedicándose a la nutrición. «Además es que cocino fatal, pero es cierto que soy muy perfeccionista y entregada y me siento feliz con el cambio que he hecho. Estoy muchísimo más sana, tanto mental como físicamente», concluye.