La Festa da Istoria encandiló un año más a vecinos y turistas, que disfrutaron de una jornada entre actividades, representaciones y muchísima diversión
26 ago 2023 . Actualizado a las 20:18 h.No son pocas las citas culturales y de ocio que se celebran en Ribadavia. Está la Mostra Internacional de Teatro o el Arteficial, pero si hay una por excelencia esa es la Festa da Istoria. Como cada último sábado del mes de agosto, la villa se vistió de gala para retroceder unos cuantos cientos de años, hasta la Edad Media. Perfectamente engalanados, cientos de vecinos y turistas disfrutaron del día entre las calles del casco histórico del municipio, donde tuvieron lugar la mayoría de actividades organizadas. La jornada arrancó con el gran desfile, que llenó de alegría y sonido la bajada principal de Ribadavia. Luego el castillo se llenó de representaciones y en la plaza Mayor montaron el ajedrez viviente.
Además de todos esos clásicos, lo que no faltó fue la gente. La Istoria recuperó de nuevo la afluencia de antes de la pandemia y centenares de personas se acercaron a disfrutarla. «Para nosotros es una cita obligatoria cada año. Tenemos un amigo que es de Leiro y lleva viniendo desde niño así que empezamos a unirnos al plan de adolescentes y ya vamos camino de ser cuarentones», bromea Luis Fernández. Él lo dio todo en Ribadavia junto a su pandilla, un grupo de más de una docena de amigos. Para la mayoría el plan perfecto es así: ir con amigos o en familia, alucinar con alguna de las representaciones, comer bollos preñaos o empanada en los puestos que se ponen por la zona vieja y terminar dándolo todo entre los bares de esta villa ourensana.
La Istoria derrochó tradición, arte, alegría y bastante vino. «Es la mejor fiesta del verano. Lo pasamos siempre genial y aún encima este año no hace mucho calor», concluye Luis. Aún así, alguno que otro se dio un chapuzón en el Avia para revivir y seguir la fiesta, otro clásico de la Istoria.