La Zapatería del Abuelo, O Campanario, Erva y Auriga participan en el concurso Desafío XChef, que termina el domingo
22 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El concurso Desafío XChef está de vuelta. El certamen reta a los aspirantes a demostrar, no solo su destreza y creatividad a la hora de presentar una receta, sino el trasfondo comprometido que está detrás de su elaboración. Después de disputarse varias ediciones en distintos puntos del país, ahora el concurso llega a Galicia. Un total de 41 cocineros participan en la iniciativa, en la que los clientes podrán avalar con sus votos las tapas de aquellos chefs que más les convenzan. Todas las propuestas están realizadas con ingredientes típicos de la gastronomía gallega y, además, maridan con alguna de las cervezas de la familia 1906 de la empresa Hijos de Rivera, que es quien organiza la cita. La votación termina este domingo y la opinión popular se sumará a la de un jurado profesional para dar como resultado a los finalistas. Cuatro chefs que competirán por ser el ganador del concurso dentro del Fórum Gastronómico, que se celebra en abril en A Coruña.
Entre los 41 locales participantes de esta edición del Desafío XChef hay cuatro de la provincia de Ourense. Son La Zapatería del Abuelo y Auriga Gastrobar en la ciudad, O Campanario en Nogueira de Ramuín y Erva en Allariz.
Samuel Moreno recuperó el local de sus suegros y abrió O Campanario, en Luíntra (Nogueira de Ramuín), hace cinco años. Desde entonces ha tratado de desarrollar una cocina tradicional y moderna a partes iguales. Su propuesta es una gilda de lo más gallega. «Al pensar en cerveza se me vino a la cabeza este clásico aperitivo vasco, pero he querido traerlo a nuestra tierra al 100 %», afirma. En lugar de anchoa, la suya lleva una xouba curada en sal y ahumada al carbón, que va acompañada de una crema agria de aceitunas, de pimientos de Padrón encurtidos y de unos espaguetis de mar hechos con algas. «Para nosotros que estamos en un pueblo y nos curtimos siempre más del comedor que del bar, la verdad es que esta iniciativa está genial. Estamos teniendo bastante gente que viene para probar la tapa y eso es una alegría», comenta Samuel.
Beatriz Alcalá es la propietaria de La Zapatería del Abuelo, una cafetería situada en la rúa da Paz de Ourense, y su propuesta se llama Maruxía. «Es una zamburiña que lleva un fermentado de grelos estilo kimchi por encima. La flambeamos en directo con un toque de ralladura de lima», explica Bea, que abrió su local hace tres años. «Es un homenaje a los marineros gallegos de bajura, los que salen de nuestros puertos para que luego tengamos pescados y mariscos frescos cada mañana», añade. En esta ocasión, Bea y su equipo se inspiraron en la gastronomía de la zona de costa y esos sabores son los que han llevado al plato. La tapa va emplatada en una caja de recogida y está decorada hasta con un pedacito de red.
En esta edición del Desafío XChef también participa un local ourensano con una propuesta vegetariana. Se trata de la de Gerson iglesias, al frente de Erva, el restaurante del Hotel OCA de Allariz. «Apostamos por unha tapa feita con produtos de cercanía y tempada. Usamos unha cabaza de Vilar de Santos para facer un puré con allos asados e un toque cítrico. Acompañámola dunha berenxena de Allariz e dunha salsa de cervexa», apunta. En su caso el pincho está funcionando entre los comensales del restaurante. «Propoñémoslles que o proben e a verdade é que está gustando. Penso que este tipo de concursos axúdannos a saír da rutina e permítennos ser creativos, así que sempre están ben», afirma.
El cuarto concursante ourensano es Adrián Cid, que se presenta como cocinero del gastrobar Auriga, situado en la zona de O Polvorín de Ourense. Este joven chef lleva año y medio en la cocina del local. «Partimos de la idea de que queríamos presentar algo que estuviese elaborado con productos de kilómetro 0», explica Adrián. Su propuesta es una filloa rellena de cachucha de cerdo ibérico. «Lleva habas de Coristanco ligadas con un pilpil de castaña y después un alga crujiente de grelo para rematar», cuenta. «Intenté hacer algo que nos represente, así que me basé en sabores que me gustan mucho y que están bastante arraigados a Galicia», admite. Los clientes no paran de pedir la tapa. «Yo estoy bastante contento con el resultado, a mí me encanta, la verdad», termina el cocinero.