El área de servicio de la A-52 en Riós que triunfa entre los camioneros con menús tradicionales gallegos

Los padres de Isabel Estévez se propusieron crear un restaurante de referencia en su pueblo natal de la montaña ourensana, Riós. Seguramente José Estévez y María Wilma Nieves no se imaginaban hace diez años que la gente acabaría haciendo cola para comer en su local. O Viaxeiro se ha afianzado como una de las áreas de servicio de obligada parada para todos aquellos que viajan entre la meseta y Galicia, vía A-52. Los motivos de su éxito son menús a base de comida típica gallega, un buen precio y un trato personal.

José llevaba toda su vida emprendiendo en el rural con diversos proyectos. Siempre le ha gustado dar vida a su pueblo y sus hijos, dice Isabel, se han propuesto mantener viva la idea. La gerente se había dedicado a maquinaria y agricultura buena parte de su vida y aprender de restauración fue parte del camino. En 2012 abrieron el área de servicio O Viaxeiro en unos enormes terrenos al lado de la autovía, en la salida 143. Actualmente han tenido que duplicar la superficie para hacer sitio a más vehículos. «A alegría máis grande que teño é ver que funciona e ver ao meu pai contento», resume Isabel.

La ubicación del restaurante, que abre 24 horas, es excelente, en un alto visible desde la carretera. La empresa da trabajo a más de cincuenta personas, y estos días están tan hasta arriba que les haría falta más personal. Las operaciones salida y retorno, especialmente en los meses estivales, son los momentos más concurridos. Para Isabel es fundamental generar movimiento económico y puestos de trabajo en las zonas rurales.

En O Viaxeiro saben bien que se encuentran en la puerta de Galicia y que están al cargo de dar una buena bienvenida al turista. «A nivel gastronómico intentamos sempre dar comidas tradicionais. No inverno adoitamos ofrecer cocido galego e caldo. Queremos que sexa como xantar na casa, comida da zona de toda a vida», afirma Isabel. Y es que, aunque el grueso de la clientela sean turistas, también abunda el comensal de la zona que acude a celebrar reuniones familiares o comidas de domingo. «Temos clientes habituais e reservas de grupo nas fins de semana», subraya. También gente del pueblo que acude, por ejemplo, a tomar el café. Para la familia de Isabel, lo más importante es dar una atención excelente, y eso intentan inculcar a su trabajador equipo. «Sempre lle digo aos camareiros que traten á xente como lles gustaría ser tratados, daríame moita rabia que alguén marchase descontento». 

Pero lo que más destaca al entrar en el aparcamiento del área es la ingente cantidad de camiones. La atención a los transportistas es otro de los fuertes de este local. «Aínda estamos acabando de urbanizar o novo aparcamento porque se nos quedaba pequeno para atender a todos os camioneiros», asegura. Los transportistas son clientes que conviene fidelizar porque mantienen el área en los meses invernales. «Gústanos atendelos ben, temos duchas cómodas e habitacións, tamén área de caravanas», explica Isabel. El esmero que ponen en que todo salga lo mejor posible es, sin duda, una de las claves de que cada vez más personas decidan descansar del coche en Riós.

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