Catorce meses de cárcel por robar en un puesto de la plaza de abastos de Ourense y en una librería

La Voz OURENSE / LA VOZ

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El acusado está en la cárcel de Mansilla de las Mulas, en León
El acusado está en la cárcel de Mansilla de las Mulas, en León M. FERNÁNDEZ

El acusado alegó en el juicio que «nunca le haría daño a una mujer», pero ha quedado probado que agredió a la dueña del puesto para llevarse el dinero

03 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Alegó en el juicio celebrado en su contra que «nunca haría daño a una mujer», pero ha quedado probado que sí lo hizo. A la magistrada del Juzgado de lo Penal dos de Ourense no le cabe duda de que Marin A. C. fue la persona que el 17 de marzo del 2023 asaltó un puesto de quesos de la plaza de abastos de la capital y, para hacerse con el dinero de la recaudación, empujó de forma violenta a la dueña del negocio. Huyó a toda prisa del local y no fue detenido hasta unos días más tarde, pero las pruebas que se han reunido en su contra han sido suficientes para condenarlo no solo por ese delito, considerado un robo con fuerza, sino también por otro hurto que cometió en una librería de la ciudad. Sin que nadie se diera cuenta, logró colarse en la trastienda del negocio y se llevó la tarjeta de crédito de una de las empleadas, que poco tiempo después utilizó para hacer una compra en un estanco situado a pocos metros de la comisaría de Policía Nacional.

El propio acusado, que está en una prisión de la provincia de León, había admitido en el juicio este último hecho, explicando que solo compró tabaco y un mechero con la tarjeta sustraída. Eso sí, las cámaras de vigilancia de la librería lo habían grabado saliendo del local.

En cuanto al otro delito, el acusado también había sido registrado por el sistema de videovigilancia de la plaza de abastos. Además, la propietaria del puesto lo reconoció sin dudarlo en el juicio, recordando además que cuando la atacó se fijó en que llevaba en su muñeca un reloj dorado de grandes dimensiones, un complemento que aún utilizaba cuando fue arrestado.

La magistrada también tiene en cuenta que después de llevarse el dinero que había en el puesto de quesos, 2.805 euros, el delincuente hizo un envío a su país por importe de 1.328. «Difícilmente puede explicarse, careciendo el acusado de un trabajo estable, cómo pudo hacer una transferencia de un importe considerable días después de haberse perpetrado el robo», advierte la magistrada. Así las cosas, le impone un año y dos meses de cárcel, una multa de 90 euros y la obligación de devolver a la placera la parte del dinero que no cubrió el seguro. La sentencia no es firme.