Lanzan 16 satélites desde Ourense en la competición escolar de la Agencia Espacial Europea

OURENSE

El Desafío Cansat 2025 se celebró este miércoles en el Centro Integral de Loita contra o Lume de Toén
15 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.En el Centro Integral de Loita contra o Lume de Toén los vehículos antiincendios hicieron un parón este miércoles para dejar espacio a casi una veintena de satélites que se lanzaron a 1 kilómetro de altura. La ciencia más puntera y también más novel se reunió en Ourense para celebrar la final nacional del Desafío Cansat 2025, organizado por la Agencia Espacial Europea. Participaron escolares de todas las comunidades autónomas. «Los chavales tuvieron que tomar todas las decisiones y hay proyectos muy profesionales», apunta Pablo Colodrón, profesor del colegio en representación de Galicia, el IES de Teis.
Los alumnos de toda España llegaron a Ourense el martes para ultimar los lanzamientos. Galicia fue escogida el año pasado como sede de la competición de este año y el IES Ferro Couselo actuó de antifrión, acogiendo el acto para anunciar a los ganadores. La comunidad participa desde hace cinco años en la competición, como parte de la red de colaboradores de la Oficina Europea de Recursos para la Educación Espacial de la Agencia Espacial Europea.
El Desafío Cansat es una iniciativa de la Agencia Espacial Europea que desafía a estudiantes de toda Europa a construir y lanzar un mini satélite. Un Cansat es una simulación de un satélite real con el volumen y la forma de una lata de refresco.
Los estudiantes debían construir de cero el aparato y crear un sistema de recogida de datos que se transmitieran en directo en el lanzamiento. Los satélites se lanzan en un cohete a un kilómetro de altura y con un paracaídas aseguran el aterrizaje. Todos los proyectos debían recoger los datos de temperatura, presión y altura obligatoriamente. Después, cada centro tenía una «misión secundaria», es decir, establecía unos parámetros propios a medir así como su función. Fue por esta parte por la que fueron seleccionados, sumada a los aspectos técnicos. Hubo una competición regional de la que salió un representante de cada comunidad autónoma.
En la mañana de este miércoles se realizaron tres lanzamientos de cohetes dentro de los que iban los 18 satélites, seis en cada turno. Dieciséis son los que compiten y había otros dos invitados de dos centros educativos de Galicia, el CEIP A Magdalena y el CEEPR Nosa Señora de Lourdes. En cuanto el aeropuerto de Santiago daba el visto bueno, los cohetes despegaban a una gran altura hasta perderse entre las nubes en apenas dos segundos. Después, los satélites iban cayendo a diferentes velocidades —algunos enredados— mientras los alumnos recibían en directo los datos. Fue el momento culmen de ocho meses de trabajo que los estudiantes de bachiller siguieron con emoción, hasta alguno haciendo un vídeo en directo en sus redes sociales.
El IES de Teis lanzó su satélite en el primer turno y, aunque se enredó con la base del cohete, con éxito. «No perjudica demasiado, simplemente tenemos menos tiempo de datos, en vez de 40 o 50 segundos fueron 35, pero salió bien», explicaba el docente. Es la primera vez que participan en el certamen. Son seis alumnos de bachillerato e hicieron el proyecto en la asignatura de Tecnología. Otros centros lo hicieron como actividad extraescolar o de manera multidisciplinar en varias materias.

El proyecto del instituto gallego replicó una sonda espacial que lanzó la Agencia Espacial Europea a Júpiter. Su misión secundaria era realizar un mapa de campo magnético y recoger los datos de radiación ultravioleta. El satélite contaba con sensores, un GPS y un amortiguador, que no lo llevaba casi ninguno, para que si pasa algo en la caída no se rompa. Los participantes disfrutaron de la final y del proceso, aunque fue complejo: «Hicieron ellos todo, como casi todos los contenidos del proyecto son de la materia los aprovechamos. Diseñaron el chasis en 3D, lo fabricaron, hicieron la parte electrónica, las soldaduras, calcularon las baterías y tuvieron un parte de programación para el envío y el procesamiento de datos».
Hubo propuestas tan variadas como la del IES Senara de Salamanca, que también participaban por primera vez. En su caso, quisieron mezclar la rama tecnológica con la biología. Introdujeron en el satélite un medio de cultivo que a una determinaba altura se abría y captaba los microorganismos del aire. Esa muestra la llevan al Instituto de Biología Funcional y Genómica, donde los dejan crecer hasta hacer una prueba de antibiosis para ver si resisten. El objetivo es reducir el uso de antibióticos. «La Agencia te da una formación base pero después nosotros fuimos ampliando e innovando sobre la marcha», explicaron con solvencia los alumnos. Otros de los visitantes no tuvieron tanta suerte, como el equipo vasco, cuyo aparato consistía en una cámara para localizar incendios forestales pero sufrió un cortocircuito.
Después de los lanzamientos de la mañana, los centros educativos tuvieron que exponer los datos recogidos ante un jurado de destacados doctores universitarios y se proclamó a los ganadores. El equipo andaluz ZephySat se proclamó ganador de la competición y representará a España en la fase europea, que será en los Países Bajos en junio. Además, se reconoció la labor de otros equipos en las diferentes categorías: Omega Space (Murcia) obtuvo el galardón al mejor logro técnico; CanRocketSenara (Castilla y León), al científico, RASA-JC (Comunidad de Madrid), al más profesional; SticCansat (Islas Baleares), a la mejor difusión; y Astrolautas (Aragón) se llevó el premio honorífico.