Vigiló a una mujer en Ourense y la acosó durante meses a través de Facebook: «¿Hoy no se trabaja?»

Marta Vázquez Fernández
M. Vázquez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Usuarios de las redes sociales delante de un logo de Facebook
Usuarios de las redes sociales delante de un logo de Facebook Dado Ruvic | REUTERS

La magistrada encargada de ver el caso condena al sospechoso por controlar a la víctima, provocando en ella una situación de gran desasosiego

12 jul 2025 . Actualizado a las 21:25 h.

«Entendemos que ha sido desvirtuada plenamente la presunción de inocencia que asiste al acusado y se puede llegar de manera incontrovertida a la conclusión de que fue el autor de los mensajes recibidos a lo largo de tres meses por la denunciante, llegando a alterar el normal desarrollo de su vida cotidiana». Con este argumento condena la magistrada del Juzgado de lo Penal 1 de Ourense a un acusado que se sentó en el banquillo de su juzgado por un delito de acoso.

Tras analizar todas las pruebas, la magistrada ve acreditado que el sospechoso vigiló durante meses a una mujer, enterándose de muchos detalles de su vida y su trabajo, y controlando sus movimientos hasta tal punto que durante un día libre, mientras la víctima tomaba un café, el acusado le envió un mensaje en el que le decía «¿hoy no se trabaja?»

El asunto se remonta al mes de mayo del año 2023, cuando el sospechoso, Alfonso G. D., «de manera insistente y reiterada» comenzó a enviar comunicaciones a la denunciante a través de la aplicación de mensajería de la red social Facebook. «¿Trabajas leyendo contadores de gas natural?», «¿andas por el barrio o subes al pueblo?» le decía en algunas de aquellos envíos que han sido prueba de cargo. Otras veces el acusado le pregunta a la víctima por su familia y le daba a entender que sabía dónde residía. Antes de denunciar, llegó a todos subidas de tono y a recibir textos como «¿hoy tampoco puedes follar?».

Durante el juicio la denunciante, que se personó como acusación particular, explicó que los mensajes empezaron a preocuparle mucho cuando el acosador le hizo ver que sabía que ella tiene una hija e incluso cómo se llama, relatando también que decidió denunciar cuando intentaron robar en su coche y pensó que se trataba del mismo sospechoso. Fue criticada por la defensa por el hecho de que no lo hubiera bloqueado, pero ella aseguró que era él quien debía cambiar su actitud. Ahora la jueza le da la razón, al recoger en su sentencia una frase que dijo su abogada: «Damos por reproducida la acertada reflexión efectuada por la letrada de la acusación particular en el sentido de que no es requisito ponerse unos pantalones en lugar de minifalda para evitar ser víctima de una agresión o abuso sexual».

Y dado que el sospechoso, que negó los hechos durante el juicio, nunca cuestionó que los perfiles desde los que se enviaron los controvertidos mensajes fueran suyos, la magistrada lo condena. Le impone el pago de una multa de 2.160 euros que deberá abonar a la justicia. Además, ordena que indemnice a la perjudicada con 1.000 euros por los daños morales que sufrió, ya que cambió sus hábitos de vida y estuvo a tratamiento médico.