Los títeres hablan a través de Luis

Bárbara María OURENSE

OURENSE

Luis Vázquez, titiritero, acompañado de Bryana, una de sus marionetas más especiales.
Luis Vázquez, titiritero, acompañado de Bryana, una de sus marionetas más especiales. ALEJANDRO CAMBA

Este artista venezolano instalado en Leiro busca hacerse un hueco en el teatro de marionetas con LuArt Producciones

26 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El primer día que Luis Vázquez se calzó un títere en la mano, supo que quería ser titiritero. Nunca antes había sentido cómo una marioneta cobraba vida al compás de sus movimientos. Es un sentimiento mágico, según afirma, que lo ha acompañado durante más de veinticinco años de trayectoria profesional con proyectos repartidos entre Latinoamérica y Galicia.

A finales de la década de los 90, Vázquez empezó a hacer títeres con la compañía Cometa de Cantaura, en Venezuela. «Nosotros fuimos pioneros en dinamizar y profesionalizar el teatro de títeres en el estado Anzoátegui», comenta. En el 2016, la situación político-económica del país lo llevaría a mudarse a República Dominicana, donde fundó el Grupo Lúdico Teatro y Títeres; y, tres años después, puso rumbo a España. Se asentó en Galicia, la tierra de su padre. Vive en el entorno de Pena Corneira y compagina su trabajo con los estudios de Producción de Audiovisuales y Espectáculos.

Para Vázquez, una de las cosas más apasionantes de los títeres es que son un legado de la tradición oral de los pueblos, de sus personajes y de sus leyendas. Su experiencia teatral le ha demostrado que se puede empatizar más con el público a través de las marionetas que con intérpretes reales: «Los títeres tienen una verdad diferente a la del actor. Es una verdad fantástica». Siente que estas figuras no solo guían al espectador en el desarrollo de la historia, sino también al propio marionetista, como si se apoderaran de su cuerpo para la creación de realidades ficticias. Algunas de ellas transmiten mensajes que sensibilizan sobre temáticas profundas: «Con los títeres también se puede hablar de realidades más complejas. En mis obras me gusta abordar temas como el acoso escolar o la emigración, tanto para los niños como para los adultos. Debería romperse ese estigma que encierra este tipo de teatro en una categoría exclusivamente infantil, pues los adultos se divierten de igual forma con ellos».

Vázquez está en proceso de estructurar y consolidar nuevas líneas de trabajo con su compañía LuArt Producciones. Además de realizar montajes, esta agrupación tiene el objetivo de promover el trabajo con los títeres en el ámbito teatral y audiovisual, así como establecer un espacio de difusión y formación de marionetas en entornos rurales, como el concello de Leiro, donde vive. Se trataría de experimentar en circuitos no convencionales.

Considera que en Galicia existen compañías y artistas del oficio de muchísima altura, pero ha observado que no hay una programación permanente del teatro de títeres, sino que estos espectáculos se reservan para épocas concretas. «Se suelen organizar las carteleras con el foco puesto en compañías de renombre. En mi caso, que soy un emigrante retornado, integrarme en el circuito teatral de aquí no solo ha sido difícil por ese motivo, sino también porque mi grupo es de reciente creación», afirma. Espera que dentro de no demasiado tiempo —después de hacer varios bolos— haya posibilidad de llegar a un público mayor. Mientras tanto, persistirá en reivindicar las marionetas como un tipo de teatro que, como cualquier otro, merece atención.