El río Limia y parte del Miño registran un verano extremadamente seco

CARLOS CORTÉS, U.C.

OURENSE

Caudal bajo del río Miño a su paso por Ourense en el mes de agosto del 2025.
Caudal bajo del río Miño a su paso por Ourense en el mes de agosto del 2025. Santi M. Amil

El último mes ha sido uno de los más secos de los últimos 45 años en el Sil y el Miño

12 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El año hidrológico 2024-2025 iba camino de mantenerse entre los parámetros de lo estadísticamente normal en la cuenca de los ríos Miño y Sil, pero el verano ha alterado esa previsión. Desde junio apenas llueve y los indicadores han cambiado. De acuerdo con los informes semanales que elabora la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, el verano está resultando muy seco en el conjunto de la cuenca, pero ya es extremadamente seco en tres de los seis sistemas en los que está dividida. Una parte importante se encuentra en la zona de Ourense, en la cuenca del río Limia y en la zona de O Ribeiro.

El Ministerio de Transición Ecológica utiliza el denominado índice de precipitación estandarizado como medidor del riesgo de sequía. Ese índice emplea análisis estadísticos de la información meteorológica para detectar anomalías y evaluar su intensidad en diferentes períodos de tiempo. Medidos los datos de lluvia caídos en las estaciones meteorológicas de esta cuenca, que a efectos administrativos incluye toda la provincia de Ourense —excepto el río Támega que pertenece a la cuenca hidrológica el Duero—, la mayor parte de Lugo y una porción de León y Zamora, resulta que según el informe de finales de julio si se toman las cifras de los últimos doce meses el volumen de precipitaciones es el normal. Está en la media del período del que hay registros suficientes, que en este caso empieza a contar en 1980, hace 45 años. A esos doce meses vista, es incluso más húmedo que la media en tres de los sistemas de la cuenca, los de los ríos Cabe y Limia y el del alto Miño.

Las cifras siguen dentro del rango de un año «normal» si se reduce el período a analizar a nueve, seis y tres meses, pero la cosa cambia si se toman los datos de los últimos treinta días. A efectos de estas estadísticas hay siete estadios. De acuerdo con esta clasificación, los períodos de tiempo a medir pueden ser extremadamente, muy o poco húmedos o secos. Los que están en los rangos medios son normales.

Pues bien, los treinta días del mes de julio arrojan cifras de precipitaciones propias de años muy secos en el conjunto de la cuenca. Pero fueron extremadamente secos en los sistemas del Limia, el que registra el peor dato, el Cabe (en Monforte de Lemos), y el Miño bajo (en O Ribeiro y parte de Pontevedra). De hecho, actualmente el río Arnoia presenta un nivel y un caudal bajo en varios puntos. En A Limia, en el concello de Lobios, el río Caldo ya está en nivel muy bajo. Este último mes resultaron solo moderadamente secos en el Miño alto y en todo el Sil, tanto en el superior como en el inferior, teniendo este último, que abarca la zona de Valdeorras, una situación peor. Actualmente el nivel de río Sil en O Barco presenta un nivel bajo.

Esa es la fotografía del verano, pero el cuadro cambia si se toma como referencia el año hídrico completo desde el pasado mes de octubre. Con ese plazo más largo, resulta que el peor balance hídrico lo presentan el Sil alto y el bajo y el Miño bajo. En este territorio, que corresponde con la provincia de Pontevedra, la de Ourense y las de León y Zamora, ha llovido en los primeros meses del año hídrico claramente por debajo de la media. En concreto, un 15,8% menos en la zona de Valdeorras, un 13% menos en el Sil superior y un 7% menos que el Miño bajo. En el sistema del Cabe, que suma terrenos del sur de la provincia de Lugo, están ligeramente por encima de la media. Y en el Limia y el Miño alto (el sur de la provincia de Ourense y el centro y norte de Lugo), tienen un balance de lluvias superior a la media desde 1980.

A pesar de la llamativa falta de lluvias de esta primera parte del verano, todavía es pronto para saber cómo terminará el año hídrico 2024-2025. Es cierto que ni agosto ni septiembre, los dos meses que quedan para terminarlo, son de lluvias muy intensas, pero es que hasta que empezó el verano el balance arrojaba datos muy en la media.

Por eso el dato de la precipitación acumulada entre octubre y julio no destaca en el conjunto de estos últimos 45 años. En los últimos diez meses se recogieron una media de 998 litros por metro cuadrado en el territorio de la cuenca Miño-Sil. Es solo un 4% menos de los 1.042 que son la media del último medio siglo en este momento del año. Y es una cifra que está lejos de los extremos, porque el más seco de esta serie sigue siendo el 2021-2022, con solo 613 litros por metro cuadrado. Y el más húmedo el 2000-2001, con 1.932.

Por el momento, la zona hídrica que cuenta con el dato más bajo es la del Sil superior, ya en la zona de León y Zamora, y la del Sil inferior, en el entorno de Valdeorras, con una media de 871,4 litros por metro cuadrado. La media histórica de esta parte de la provincia ourensana se sitúa en 1.035.

Situación embalses

De todas formas, la falta de lluvias que marcó el mes de junio, acentuó julio y por ahora mantiene agosto no se está notando en los embalses. Prácticamente todos registran los porcentajes de llenado habituales.

Los dos más grandes son el de Belesar, en el Miño, y el de Portas, en el río Camba. El primero superaba a finales de julio el 77% de llenado y el segundo el 85%. En el caso de Belesar es 15 puntos por encima de su media para este momento del año y el de Portas está prácticamente en su cifra habitual. El de Santo Estevo, en el río Sil, está al 83 % de su capacidad y el de Bao, en el río Bibei en Manzaneda, también supera el 81 %.