Un inicio agitado le cobra una cara factura al Ourense CF para caer ante el Talavera de la Reina (1-2)

Cada partido es una historia y el revés del Ourense CF en su campo frente al Talavera de la Reina tuvo mucho que ver con un duelo que se agitó en sus primeros compases y terminó siendo muy extraño: 1-2.

La matinal no pudo arrancar peor para los hombres de Dani Llácer, pese a que David Muñoz fue el primero en intentar el chut a puerta. La réplica manchega llegó en la estrategia. Un córner rechazado en corto le llegó a Álvaro López y el capitán visitante la pegó a puerta, desviando el cuero el citado medio centro local. Golpe de infortunio, que vino acompañado de una serie noticias negativas, como la negativa del árbitro tras revisar una posible decisión a su favor o la roja directa a Yuste, por derribar a Marcos Moreno, siendo último defensor. El plan de partido saltaba por los aires.

Los ourensanos se agarraban al marcador adverso como podían, amparados en las buenas acciones del meta Ratón, e incluso buscaban la meta de Jaime González, sobre todo por el carril de Adrián Guerrero, que a la postre conectó con Amin en el larguísimo alargue del período inicial, para que el ariete le ganara la partida a su par e igualara.

Con todo, los esfuerzos de un Ourense CF en inferioridad se iban acumulando en el segundo episodio de la contienda y eran los talaveranos quienes llegaban con mayor claridad a la zona de gol. Un viejo conocido como Di Renzo amenazó en un remate de cabeza y aún fue más taquicárdico el testarazo de Nahuel al travesaño, en una jugada embarullada en el área, mientras que el cansancio iba diezmando el trabajo de los azulones.

A falta de quince minutos, llegó el jarro de agua fría. Una buena combinación forastera en el costado derecho del área rival habilitó a Luis Sánchez, quién golpeó con fuerza y superó a Ratón. La capacidad de reacción del elenco ourensano estaba mermada cuando se acercaban ya a una hora jugando con uno menos. Le pusieron corazón, pero no fueron capaces de pisar área con serio peligro y, al contrario, incluso fueron sus oponentes los que buscaron la sentencia, como en una incursión de Nahuel a la contra, que se encontró con el guardameta. El marcador, por tanto, no volvió a moverse.

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