El Ourense CF se estrella contra la fortaleza que construyó el Tenerife (3-0)

El Ourense CF compitió bien en el Heliodoro Rodríguez ante un trasatlántico como el Tenerife, que acertó en los momentos determinantes de la contienda. Le faltó un poco más de amenaza ofensiva a los visitantes, que encajaron de penalti el segundo gol de la matinal, cuando mejor se estaban asentando sobre el terreno de juego: 3-0.

El dibujo del tramo inicial mostró a un anfitrión que salió marcar territorio ante su público. Dani Llácer optaba por una línea de tres centrales, con Adri Pérez entre Miguel Prado y Jelbat. Así parecían resistir el tirón de su oponente, que en el primer cuarto de hora apenas hizo trabajar a Ratón en un centro chut de Nacho Gil que el meta rechazó bien. Entonces llegó el primer zarpazo tinerfeño. Controló un balón en el área Enric Gallego y se lo cedió a Jesús De Miguel, que enchufó con precisión buscando el hueco. Como quien cose.

Y eso que la jugada que abrió el marcador fue revisada durante cuatro minutos por Brull Acerete, que a la postre lo dio por válido. Los ourensanos se achicaban un poco y no se atrevían en ataque, con la excepción del siempre combativo Amin, que se fajaba con centrales o con quien le saliera al paso, en cuanto veía una mínima oportunidad.

El Tete administraba su mínima renta con suficiencia, pero lo cierto es que los forasteros tampoco concedían en defensa. De hecho, de ahí al descanso, solo se anotó un gran pase en profundidad de Enric a Nacho Gil, que desbarató Ratón con una rápida y ágil salida para birlarle el cuero.

Tras la reanudación, vimos a un Ourense CF capaz de replicar y acercarse un poco más a la meta de su anfitrión. Omar fue el primero en jugársela en la prolongación de un córner que coronó revolviéndose en el pico del área, pero su chut no encontró portería. También insistía Amin y, aunque su desmarque fue castigado con fuera de juego, armó un tiro que se le marchó alto.

Y cuando el visitante asomaba la cabeza, los de Álvaro Cervera asestaron su segundo mazazo. En una acción de estrategia, los futbolistas locales pidieron mano de Jerin, que el colegiado no vio, aquí que desde su banquillo presentaron la tarjeta para solicitar el videoarbitraje. El árbitro sancionó el contacto involuntario y Enric Gallego ejecutó con solvencia desde los once metros.

El 2-0 sonaba a sentencia, pero los ourensanos no se rendían y rediseñaron su ataque, con César Moreno en la sala de máquinas y Marco Camus en banda. A ellos se sumaron después Nacho Castillo y Kensly Vázquez. En frente, el Tenerife tiene ese sello de solidez de Cervera y volvió a alardear de pegada, en un remate de Gallego, que desvió a su propia portería Miguel Prado. La revisión arbitral confirmó que el balón había salido antes y el gol no subió al marcador.

El plantel de Llácer seguía apretando en todo caso y un entro envenenado de Omar lo desvió Álvaro González al palo de su propia portería. El cronómetro avanzaba y Amín seguía porfiando también en el minuto 88. Se revolvió dentro del área y pateó con violencia, pero Dani Martín firmó un paradón de reflejos, para evitar sustos en el tramo final.

Al contrario, los tinerfeños le pusieron el lazo a su victoria gracias al exdeportivista Noel López, que penalizó una mala salida de balón para enfilar la vertical hacia la portería. César Moreno lo derribó en la ayuda defensiva y el veterano Maikel Mesa cantó el tercero con el nuevo penalti. Demasiado rival, invicto y sin encajar goles.

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