A juicio una vecina de O Carballiño por tener un perro en su casa a pesar de que se lo había prohibido un juzgado al condenarla por maltrato animal
OURENSE
Los agentes de la Guardia Civil explicaron que el can se encontraba encerrado en un balcón
10 dic 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Visto para sentencia quedó este martes en la sala de vistas del Juzgado de lo Penal dos de Ourense el caso contra una mujer a la que se acusa de un delito de quebrantamiento de condena. Se sospecha que a pesar de que tenía prohibido tener mascotas ya que en el pasado había sido condenada por un delito de maltrato animal, acogió a un perro en su vivienda. Por esta conducta se solicita para ella el pago de una multa.
Los hechos se remontan al mes de septiembre del año 2022, cuando agentes de la Guardia Civil del puesto de O Carballiño tuvieron conocimiento de que la sospechosa volvía a tener animales en casa. «Llamó una vecina asegurando que estaba oyendo ladrar a un perro», contó uno de los agentes del instituto armado que participó en este caso. Explicó que tras la primera denuncia contra la acusada y su madre había pedido a los lugareños que alertaran si veían mascotas en la vivienda, y eso fue lo que facilitó que trascendieran los hechos. El agente aseguró que tras recibir el aviso se personaron en la casa de la sospechosa y localizaron al can. «Estaba encerrado en un balcón», explicó, detallando que no tenía ni agua ni comida cerca y que, en su opinión, parecía improbable que el animal hubiese accedido solo a este lugar. En ese momento ni la acusada ni su madre estaban en la vivienda, si bien las llamaron y les preguntaron por la situación. «La madre nos dijo que era un antojo de su hija tener ese perro», relató el funcionario. Arrestaron a las mujeres en ese momento, si bien en este caso solo una de ellas figura como investigada, ya que la progenitora falleció hace un año.
Otro agente ratificó haber visto al animal en un balcón y recordó también que una de las investigadas le dijo: «É noso».
Para la fiscal esto supone un reconocimiento de que a pesar de la orden judicial la acusada volvió a tener un animal en casa y ve acreditado que se produjo el quebrantamiento. La defensa, por su parte, cree que la mascota pudo colarse en la vivienda y quedar encerrada en el balcón, recordando que los testigos lo descubrieron como un animal manso y «que se iba con cualquiera». La acusada ni siquiera se molestó en acudir a la vista, por lo que no se pudo contar con su versión de los hechos.