Tres de los cuatro últimos fuegos declarados en la provincia arrancaron entre las diez y las doce de la noche
29 ago 2022 . Actualizado a las 23:17 h.Agosto se acerca a su final dejando tras de sí un rastro negro en los montes de la provincia ourensana que será muy difícil de borrar. El último fuego forestal se inició en la tarde de este lunes en la parroquia de A Pena, en el municipio de Cenlle. Y las llamas, que esta vez entraron por Portugal, están afectando de nuevo al municipio de Oímbra, donde han ardido esta tarde 70 hectáreas en la parroquia de Bousés.
Pasaban pocos minutos de las cuatro cuando los vecinos dieron el aviso. En O Ribeiro, donde este verano ya han sufrido varios incendios, este nuevo foco genera preocupación, especialmente por si, como ocurrió en el de A Arnoia, alcanza las viñas que están a punto de ser vendimiadas. Las llamas han avanzado con bastante virulencia y en menos de tres horas consumieron doce hectáreas, lo que ha provocado que Medio Rural concentrase en la zona un importante dispositivo compuesto por nueve brigadas, diez motobombas, cinco agentes, una pala, ocho aviones y cinco helicópteros. A última hora del lunes, la superficie calcinada se fijaba ya en 40 hectáreas.
El mes ha dado poco respiro a los equipos de extinción que prácticamente han ido encadenando un incendio con el siguiente. Este último fin de semana es un ejemplo de esa cadencia. El sábado, una hora después de dar por extinguido el iniciado en Lobeira y en el que ardieron 652 hectáreas del parque natural de BaixaLimia-Serra do Xurés, arrancó otro en la parroquia de Grixoá, en el municipio de Viana do Bolo, que consumió 114. Tras el trabajo de 34 brigadas, 11 agentes, 21 motobombas, dos palas, tres aviones y nueve helicópteros, Medio Rural lo daba por estabilizado esta mañana de lunes, aunque ya está extinguido.
Está controlado el que se declaró en la parroquia de Barrio, en el municipio de A Pobra de Trives el domingo a las 21.44 horas. Once brigadas y siete motobombas, junto a cuatro agentes consiguieron estabilizarlo en torno a la una y media de la madrugada, tras haber quemado 20 hectáreas. Otro fuego que, como los dos anteriores, arrancó de noche haciendo imposible la actuación de los medios aéreos es el que se declaró en Muíños, en concreto en la zona de Requiás. Se detectó el domingo a medianoche y las cuatro brigadas, tres agentes y tres motobombas que se desplazaron al lugar lograron extinguir las llamas poco antes de las cuatro de la mañana. Este foco volvió a afectar al parque natural Baixa Limia-Serra do Xurés, aunque la superficie quemada es de apenas 1,5 hectáreas de monte raso.
