Este bar es un museo en una casa del siglo XVIII

María Cobas Vázquez
María Cobas TRIVES

A POBRA DE TRIVES

Gela Basalo regenta O' Bodegón, en la calle Jacinta Alvarado de Trives.
Gela Basalo regenta O' Bodegón, en la calle Jacinta Alvarado de Trives. ALEJANDRO CAMBA

O' Bodegón atesora cientos de piezas etnográficas de la comarca de Trives

06 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Todo tipo de aperos de labranza, bancos escaños, palas de panadero, un lagar, un molino de aceite, raquetas de esquiar de madera, candiles, barriles de vino, una centralita telefónica de los sesenta, un carro y hasta una rueda de afilar, que para eso está en A Pobra de Trives. Podría ser un museo etnográfico (y para considerarlo como tal solo faltaría una catalogación de las piezas), pero es O’ Bodegón. Los habituales están acostumbrados a tomarse algo entre unas paredes llenas de historia pero a los que llegan por primera vez al bar es habitual verlos escudriñando las vitrinas antes de llegar a la barra. Lo cuenta Gela Basalo Blanco, que lleva 25 años al frente de un negocio que sus padres compraron hace 40 y que lleva abierto alrededor de 60. Los dueños anteriores iniciaron la tradición de ir acumulando objetos que iban cayendo en desuso y los Basalo la continuaron. «O meu pai e os meus irmáns encargáronse de ir buscando as pezas, sobre todo pola zona», explica Gela.

O’ Bodegón está en pleno casco histórico de Trives, en una calle empedrada que ahora se llama Jacinta Alvarado pero antaño fue Real porque por ella discurre la Vía Nova. Un miliario que se conserva enfrente de la fachada recuerda que por ahí pasaron los romanos en la calzada que construyeron para unir Astorga con Braga. La casa en la que está no es de esa época, pero también tiene su pasado. «É do mesmo ano que a casa Casanova», señala Gela, en referencia a una construcción con escudo que hay enfrente de la fachada lateral y que data de 1783.

En una localidad de montaña y en una época en la que no había calefacción, no podía faltar una chimenea. En realidad O’ Bodegón cuenta con dos, que Gela enciende durante el invierno y que hacen que las mesas más cercanas sean las primeras en ocuparse para disfrutar de una ración de oreja, croquetas, empanadillas, un buen plato de embutido y, si es feria, pulpo y callos.