Actyon nació en A Rúa de Valdeorras en el 2007 y ahora está presente en varios países. Desde el 2022 cuenta con el indicador de empresa global que otorga la Zona Franca de Vigo por su volumen de exportación
12 feb 2024 . Actualizado a las 13:20 h.En el 2007 nacía Actyon, una empresa con sede en A Rúa de Valdeorras (Ourense) que centra su actividad en el suministro de mano de obra en proyectos de TBM, por las siglas en inglés de Tunnel Boring Machine, es decir personal que maneja máquinas capaces de excavar túneles a sección completa. Como complemento, ofrece también servicios en túneles convencionales, pudiendo proporcionar personal cualificado y maquinaria específica para estos proyectos. «Tenemos la capacidad de atender cualquier tipo de obra en cualquier zona del mercado nacional o internacional de manera ágil, flexible y eficiente», explican desde la firma que lidera Manuel Alonso, el consejero delegado de la empresa. Destacan su experiencia en obras hidráulicas, pesas, canales, puertos y depuradoras, así como en viaductos, pasos superiores e inferiores.
Actyon nació en un pequeño municipio ourensano de menos de 5.000 habitantes, donde sigue teniendo su sede central, para expandirse al mundo. Cuenta con varias empresas asociadas que operan en varios países. Especialista en obra pública, no acude a licitaciones. Son las empresas o las UTE las que consiguen contratos para hacer trabajos como construir una línea de metro o unas vías del tren las que recurren a la firma ruesa. A veces proveen también las máquinas, aunque no siempre. Fundamentalmente las compañías recurren a sus servicios para conseguir trabajadores. «Al ser personal especializado, solemos expatriar mucho, porque son puestos muy específicos», explica Laura González, asesora jurídico-empresarial de la firma. Contratan empleados por toda España que después envían a los países donde tienen un proyecto en marcha. En otras ocasiones recurren a operarios locales. «Trabajar en un túnel es un oficio. En muchos puestos no se precisa una titulación específica, sino que se aprende dentro del túnel», apunta González. Agustín Álvarez, coordinador de la empresa para Italia y Francia, señala que es por eso que a veces suman a gente sin experiencia que se va formando con sus compañeros en el día a día.
Trabajar en proyectos de construcción hace que la plantilla sea muy fluctuante, en función de los trabajos que se estén ejecutando en cada momento concreto. En todo caso, en países como Noruega o Dinamarca la firma cuenta con una media de entre sesenta y setenta personas en nómina.
Una de las empresas del grupo es Canor. Se dedica al extendido, compactado y vibrado de hormigón con rodillo en paramentos verticales y soleras con inclinaciones de hasta 70 grados. La longitud del rodillo vibrador es variable, dependiendo del ancho del vano a hormigonar —normalmente estos rodillos y reglas vibrantes tienen longitudes comprendidas entre los dos y los ocho metros —. Utilizan una máquina creada por la propia empresa, con patente propia y de la que destacan los buenos resultados del trabajo final.
El grupo cuenta también con una sección dedicada al alquiler, reparación y venta de maquinaria. Para ello tiene una nave de más de 12.000 metros cuadrados en Ponferrada. «A cada máquina le hacemos una recuperación después de las obras. A veces son muy específicas y al finalizar el trabajo quedan sin uso, así que las reacondicionamos para venderlas o alquilarlas», apunta González.
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Actyon formó parte de obras importantes, como el metro de São Paulo (en Brasil) o el de Copenhague (Dinamarca). «Toda la línea de metro era de Actyon», apunta Álvarez. También tuvo una presencia relevante en la perforación de túneles para extender la alta velocidad en España. Suyo es, entre otros, el túnel de Campobecerros, en A Gudiña, por el que pasa el AVE en su entrada a Galicia.
Actyon está presente en Dinamarca, Noruega, Brasil, Italia, Francia y España, entre otros muchos países, aunque esos son los principales. En Europea están sus mercados más importantes, pero la empresa no se pone fronteras. Eso les valió lograr, en el 2022, el indicador Ardan (que otorga la Zona Franca de Vigo) como empresa global. Para obtenerlo se evalúa el número de clientes extranjeros, la cifra de países a los que vende o en los que trabaja, el volumen de exportaciones fuera de la Unión Europea y el establecimiento en el exterior y personal dedicado a tareas de internacionalización.