
En Lobios repartieron 1.300 raciones de callos limiaos este domingo
19 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La gastronomía protagoniza un nuevo fin de semana de agosto en la provincia de Ourense. El calor no impidió que cientos de familias y amigos se animasen a pasar el domingo en la Festa da Empanada de Allariz. Estrella Cid, que lleva desde niña trabajando en hostelería y tres años encargándose de servir la romería de esta celebración alaricana, vendió un total de 150 empanadas en porciones individuales y realizadas en el obrador de su pueblo, en Santa María de Aguas Santas. Eran de carne o de atún y los clientes se quedaron encantados con la propuesta. «Este ano noto que hai moita xente que vén de fóra», decía. Ese era el caso de María Jesús Herrera, que acabó en la Festa da Empanada por casualidad. Vino con su marido y unos amigos a pasar el puente a Galicia. «El pulpo está buenísimo. Creo que la gastronomía es una de las cosas que más nos gustan de este lugar», admitió Precisamente muchos se acercaron a Allariz por el pulpo á feira y también había la opción de comer churrasco.
Nieves Novóa, Carlos García, Laura Marrupe y Alejandro Flores también estuvieron degustando la empanada en Allariz. «Somos familia. Vivimos en Madrid pero tenemos una casita aquí y venimos los veranos», explicaba Nieves. «Con este entorno, con el río al lado, toda la comida está más rica», afirmaba Laura, que también destacó el buen ambiente que hay en la villa.
El campo de Vilanova acogió por la mañana la romería, el desfile de gigantes y cabezudos y también un concierto de la Banda Unión Musical de Allariz que conquistó a los asistentes. «Es espectacular», decía Nieves Novóa. Por la tarde el ritmo fue cosa del grupo de folk De Ninghures y ya por la noche la fiesta se trasladó a la terraza del Museo do Coiro.

Callos en Lobios
Un año más, la cita con el potaje de garbanzos en pleno agosto no defraudó. Este domingo Lobios celebró la edición número veinticinco de la Festa dos Callos Limiaos. Lo hizo por todo lo alto y a treinta grados. El pabellón del municipio acogió la cita, en la que en esta ocasión se repartieron un total de 1.300 raciones de potaje. «A tradición é que a xente veña e os leve para casa, onde os desfruta coa familia, pero o certo é que tamén servimos moitísimas racións para comer aquí», afirmó Carmen Yáñez, alcaldesa de Lobios. Tras la sobremesa y ya por la tarde, el pueblo celebró su típica carretada, que este año cumplió quince ediciones. Y sonó la música de charanga CLK.