El templo de Almoite, en Baños de Molgas, permanece cerrado
30 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El pasado 20 de marzo, un fuerte vendaval derribó el nido de cigüeña situado en el campanario de la iglesia de Santa María de Almoite, en el municipio de Baños de Molgas. Su caída provocó graves daños en la cubierta del templo y obligó a su precintado, impidiendo desde entonces el acceso al interior.
Ante esta situación, los vecinos de Almoite han buscado soluciones provisionales para poder mantener sus tradiciones y la vida comunitaria. Con el templo cerrado, habilitaron el horno del pueblo como lugar provisional de culto, donde se celebran las misas durante todo el año, desde el pasado marzo. Además, en las pasadas fiestas patronales tuvieron que instalar una carpa que permitió llevar a cabo tanto la celebración como la procesión con el mayor respecto, según señalaron los fieles.
Sin embargo, pese a los esfuerzos vecinales, los trámites para la reparación del templo se están demorando más de lo esperado. Los vecinos explican que la iglesia, símbolo y lugar de referencia en la aldea, sigue cerrada y deteriorándose. Señalan que, tras la caída del campanario, se derrumbó una gran piedra que rompió el paso y deterioró parte de su interior. Añaden que la lona que fue colocada en la cubierta no evita que con los temporales se filtre el agua al interior.
Los miembros de la comunidad subrayan que actualmente, y durante todo este tiempo, se encuentran pendientes de la autorización de patrimonio del Obispado para iniciar las obras, mientras el seguro y las instituciones implicadas determinan qué parte de los gastos corresponde a cada uno.
«Pedimos que se agilice el tema y que empiecen las obras de una vez, cuanto antes, porque va a llegar el otoño y el invierno y la iglesia va a llenarse de humedad», dice la presidenta de la comunidad de vecinos, Concha González Vila, por lo que insisten en la necesidad de actuar con urgencia para evitar un mayor deterioro de la iglesia.
«Los trámites de reparación del templo están tardando mucho más de lo esperado. Nuestra iglesia, que es un símbolo y un lugar de referencia para todos, sigue cerrada, y sentimos la necesidad de dar a conocer esta situación para sensibilizar y poner en valor la unión y el empeño de nuestro pueblo», añade la presidenta.
Desde el Obispado de Ourense explican que hasta la fecha se ha actuado para que la cubierta no deje entrar el agua, mientras no se inician los trabajos. La idea, señalaron, es que se presente el proyecto de las obras de reforma en la subcomisión de patrimonio en el mes de septiembre y que, si se aprueba, se puedan iniciar cuanto antes.