
Se negociaba para conseguir que el servicio de la ciudad fuese más allá de A Valenzá
28 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.A vueltas con el transporte urbano andaban en julio de 1996 en Barbadás. Veinte años después, el proyecto de transporte metropolitano sigue sin cuajar y los habitantes de los municipios limítrofes siguen sin ver solucionadas las necesidades de una óptima comunicación con la ciudad. El 28 de julio de 1996 el entonces alcalde de Barbadás, José Manuel Freire Couto, informaba de la existencia de negociaciones con la concesionaria del servicio de autobuses de su municipio, Anpián, para que aceptase la incursión del transporte urbano de Ourense hasta la capitalidad de Barbadás. Eso, explicaba el regidor, supondría una clara mejora del servicio para sus habitantes. La presencia de los autobuses de la ciudad en A Valenzá, donde realizaban paradas, era una situación anómala aceptada por el propio alcalde. «De momento -aseguraba- hay una cierta permisividad, nunca hubo problemas. Estamos intentando acercarlo lo más posible a la cabecera, Barbadás. Para ello estamos en negociaciones con la empresa Anpián». De su permisividad, apuntaba el alcalde, dependería el éxito del proyecto.