Cazadores del Tecor de Castro Caldelas retiraron varias toneladas de basura del monte

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Fina Ulloa OURENSE

CASTRO CALDELAS

Uno de los grupos de cazadores del Tecor con la basura ya recogida en los remolques
Uno de los grupos de cazadores del Tecor con la basura ya recogida en los remolques cedida

Durante la caza van marcando los residuos y vertederos que localizan y los retiran al final de temporada

08 may 2023 . Actualizado a las 18:13 h.

Por tercer año consecutivo un grupo de cazadores del Tecor de Castro Caldelas volvieron al monte fuera de la temporada de caza para limpiarlo de basura de todo tipo. «Es increíble que, teniendo como tenemos un punto limpio, la gente siga tirando las cosas de cualquier manera y en cualquier parte», explica Ramón Vilamaior. Allí, en el punto limpio, fue donde terminaron la faena los veinte cazadores del grupo que participó este año en la tarea. «Llenamos cuatro remolques hasta arriba y al llegar allí fuimos clasificando para dejar cada tipo de material donde le corresponde. Aún nos llevó un rato, no terminamos hasta las dos de la tarde», relata. Había ruedas, plásticos, lavadoras, cocinas, microondas, televisores, incluso tablillas plásticas de las que se usan para revestimiento de techos. Razonan que para llevar ese tipo de materiales voluminosos es necesario hacerlo en un vehículo, por lo que es difícil de entender que en vez de meterse entre caminos en el monte, no se dirigen directamente a ese depósito. La expedición partió más tarde de lo previsto por culpa de la lluvia, pero aún así a las 9 de la mañana ya se habían puesto a la faena. El Tecor cubre 22.000 hectáreas entre los municipios de Montederramo, Castro Caldelas y A Teixeira, pero ellos no necesitan recorrerlas todas. «Cuando estamos de caza y localizamos un vertido, marcamos la ubicación en el grupo de wasap y el día de la recogida ya vamos a la zona concreta», explica Ramón.

Los cazadores limpiando el monte
Los cazadores limpiando el monte

Aunque siempre se llevan sorpresas. «Uno de los que localizamos este año no tenía más de quince días, porque habíamos pasado por ahí hace dos semanas y no habíamos visto nada», lamenta. Explican que su objetivo es evitar riesgos al monte, a los animales y a las personas que transitan por él. «Esto es un peligro porque los materiales de todo tipo que hay aquí, incluidos cristales, además de contaminar también pueden propiciar incendios forestales», argumenta.