La aldea de Puxedo, el paradigma contra el feísmo que saluda a 12 nuevos vecinos

LOBIOS










Esta localidad ourensana de Lobios ha recibido 200.000 euros en los últimos cinco años para recuperar su patrimonio
28 jun 2025 . Actualizado a las 10:37 h.«O fermosismo non é só unha cuestión estética, é unha actitude. É valorar e coidar o que é noso». De esta manera resumía Pablo Rodríguez, el presidente de la asociación de vecinos de Puxedo, la transformación que ha vivido esta aldea de 50 habitantes en el concello ourensano de Lobios, gracias a las ayudas para luchar contra el feísmo y convertirse en un ejemplo en Galicia.
Todo comenzó en el 2021, con la primera convocatoria de la Xunta. «Dende a asociación animamos a todos os veciños a que as pedisen para as distintas obras que tiñan pensado facer. Tanto se animaron que ao final fixemos un total de 68 intervencións en catro anos. E coas desta quinta convocatoria chegaremos ás 88», recordaba.
Prácticamente se actuó en toda la aldea con unas subvenciones que rozan los 200.000 euros en cinco años. Las obras realizadas van desde revestimiento de fachadas que estaban con ladrillo y de tejados construidos con chapa de fibrocemento o con teja cerámica curva, a la adecuación de fachadas con colores más acordes y materiales propios de Galicia, o a la recuperación de muros de cierre de piedra en mampostería.
Las obras se fueron realizando de forma paulatina y este viernes el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, acudió a Puxedo para comprobar el resultado, acompañado de la conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez. «Tiña gañas de coñecer esta aldea. Este é o lugar de Galicia onde se concentran máis axudas das que a Xunta convoca para, pouco a pouco, conseguir as transformacións como as que estamos vendo aquí. É o perfecto exemplo do que podemos conseguir. Se queremos que a xente quede no medio rural e que teña vida, hai que facelo acolledor e tamén cos avances e comodidades que agora a xente demanda», afirmó Rueda. Una idea en la que también coincide Pablo Rodríguez: «Que quedase bonito era importante. Pero máis que a xente veña aquí e faga unha foto para publicar no Instagram, queriamos que isto xerase actividade».
La iniciativa ha dado sus frutos. Desde que se iniciaron las obras, viven 12 familias nuevas que no tenían ninguna vinculación con Puxedo. Algunos son vecinos de Portugal —la aldea se encuentra a las puertas del Xurés— que compraron casas abandonadas y las rehabilitaron. «No último ano recibimos máis de 3.000 visitantes, cando antes por aquí só aparecía alguén que se perdera na súa ruta para Lobios porque collía mal a estrada», añadía el presidente de la asociación. Estas nuevas visitas atrajeron inversión privada y en los últimos años abrieron cinco alojamientos turísticos en el pueblo, con 32 plazas. Esperan llegar este año a las mil pernoctaciones. La inversión pública generó en Puxedo un efecto multiplicador que, según afirman los vecinos, se puede cuantificar en torno a los tres millones de euros.
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¿Se puede exportar el modelo de Puxedo a otras aldeas de Galicia? En el pueblo aseguran que sí y ponen como ejemplo al núcleo cercano de Vilanova dos Infantes, en Celanova. «Teñen un patrimonio histórico moi relevante. Hai un par de anos viñeron os da asociación de veciños de excursión para ver o que se levaba feito e, dende aí, tamén arrancaron proxectos de recuperación. Alí tamén hai xente nova asentándose. Creo que o resultado é máis importante onde se fan actuacións integrais», señalaba Rodríguez.
Más allá del apoyo de la Administración, uno de los secretos del éxito de Puxedo es la implicación de los vecinos. La labor de divulgación y concienciación fue crucial y, sobre todo, el acompañamiento desde el principio hasta el final a los nuevos habitantes para poder llevar a cabo todos los trámites, desde regularizar su documentación, registrar la vivienda en el catastro o tramitar licencias y autorizaciones.
En Puxedo esperan ahora la llegada de la fibra óptica para poder completar su oferta ya como una aldea del siglo XXI.