
La joven Noelia Estévez, de 24 años, se pone al frente del bar Nevada
23 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La importancia de los bares en el rural queda en evidencia cuando la reapertura de un local de hostelería se convierte en un acontecimiento social. Y así se vivió en Manzaneda la nueva etapa del Nevada, un bar restaurante histórico que llevaba unas semanas con las puertas cerradas y que este martes vivió su inauguración oficial. Coincidía en día de feria, así que los vecinos cumplieron la tradición de pasarse a tomar los callos después de visitar los puestos y hacer algunas compras. Detrás de la barra les atendía con una sonrisa Noelia Estévez Leal, una cara conocida porque lleva toda la vida veraneando en la localidad, ya que su padre es de Manzaneda. Ella nació en Barcelona y allí vivía hasta hace poco más de quince días. «Me surgió la oportunidad de coger el bar, lo dejé todo allí y me vine a probar», señala la joven, de 24 años. Reconoce que venirse a Ourense era una idea que siempre tuvo en la cabeza, pero que nunca se lo planteó demasiado en serio. «Al final del dicho al hecho hay mucho trecho; así que si no hubiese salido esta oportunidad no hubiese venido», reconoce. Está ilusionada con su emprendimiento. Es la primera vez que pone en marcha un negocio propio, aunque no es nueva en hostelería. Trabajó durante tres años en el sector de la restauración antes de reciclarse como charcutera-carnicera, su ocupación en un supermercado los últimos cinco años. «Empecé a trabajar con 16», señala para explicar su larga vida laboral a su edad.
Su plan es seguir la tradición del Nevada y ofrecer comidas por encargo como hacían sus fundadores. «Habrá cocido, cordero... todo lo que son platos caseros», relata. De cara al futuro, cuando vaya más rodada tras la barra, se plantea introducir algunas propuestas de comida rápida que no precisen encargo previo, como perritos calientes, hamburguesas o pizzas. Pero eso será ya más adelante. De momento sus planes son por ofrecer servicio de bar y cafetería. Abre desde las 8.30 horas de la mañana todos los días salvo el lunes, que ha elegido como jornada de descanso. El horario de cierre dependerá de la clientela. «En invierno aquí hay menos gente y en verano viene mucha más, así que supongo que será muy diferente», señala la hostelera.