Iker Hurtado, máximo goleador de la Tercera División, militó en el Pabellón, CD Ourense y más tarde en el Arenteiro
09 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Iker Hurtado Sánchez (Lalín, 1993) es el nombre de moda en la Tercera División, donde presenta una tarjeta de dieciocho goles en otros tantos partidos. El dezano completó su etapa juvenil en el Pabellón, a la vez que iniciaba en nuestra ciudad sus estudios de Comercio y Márketing. También formó parte de la plantilla sénior de un CD Ourense que vivía entonces sus últimos meses de vida. De hecho, llegó a debutar de la mano de Luisito en la Segunda B, midiéndose a un filial del Atlético de Madrid que tenía en sus filas a futbolistas como Thomas, Saúl y Oliver Torres.
«Era mi primer año sénior y fue muy importante para mí. Entrenaba con el primer equipo y, si no iba convocado, jugaba con el filial», rememoró el delantero que ya con la elástica pabellonista demostró que tenía una gran pegada en los últimos metros. Haciendo repaso, señala que quedan pocos futbolistas de aquella época. En concreto, Josu y Rubén Arce, además del preparador físico Toni, con el que coincidió de franjiverde: «Mantengo el contacto con Ourense, sé que tienen un buen equipo y que les costó un poco el principio de la temporada. No puedo decir si van a llegar a los puestos de promoción, pero están remontando y aunque leí que el otro día no estuvieron bien, seguramente seguirán mejorando. Por mi parte, será muy bonito jugar en O Couto y delante de esa gran afición que siempre los apoya. Es uno de los campos más importantes de la categoría».
Hurtado llegará en un equipo que se convirtió en una de las grandes revelaciones del torneo y que viaja a solo un punto de los rojillos. En buena medida, los goles del atacante son clave de la buena marcha de los blanquiazules, que en todo caso, presentan mucho más bagaje: «Estamos haciendo un año espectacular y, aún así, sabemos que no nos podemos dormir, porque aquí pierdes tres partidos y todo se complica. Estoy muy contento en esta dinámica de trabajo, con mucha confianza, pero sobre todo tenemos un buen conjunto. No hemos repetido alineación prácticamente en todo el año y eso es bueno, porque los que entran siempre aportan algo».
Y de empeño también sabe Iker, porque tras su estreno en Segunda B, tuvo que buscarse la vida en Tercera y Preferente, hasta volver a la categoría nacional tras el ascenso conquistado a las órdenes de Jesús Baleato, en el mismo Arzúa. El lalinense se salió con 35 goles: «La verdad es que no he notado mucho el cambio, aunque sí es verdad que aquí tienes que ir a tope juegues contra quien juegues, sea el primero o el último clasificado, porque está todo muy igualado y cuesta ganar cada día».
Lo que sí tienen claro el goleador y los integrantes de su equipo es que la batalla apenas está completando su primera mitad y que queda mucho por delante, así que todo puede cambiar en los próximos meses: «Estamos viendo que es una Liga muy competida y eso quiere decir que hay que estar atentos hasta el final. Por lo que respecta a los goles, mis números son parecidos a los del año pasado, pero tengo que centrarme en seguir trabajando».