La tradición del arte efímero de los maios goza de buena salud en Ourense

Fina Ulloa
Fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Los ourensanos volvieron a echar mano de su creatividad en las composiciones vegetales y en las coplas, más centradas que nunca en la crítica política

07 may 2023 . Actualizado a las 22:01 h.

La Festa dos Maios de Ourense volvió a ser ayer multitudinaria. Es cierto que la meteorología ayudó y no había reparo que ponerle al cielo azul y la suave brisa que se combinaron en la mañana dominical. Y sin duda también influyó que el covid es, definitiva (y ya oficialmente) agua pasada y los vecinos se vuelcan con cada oportunidad de salir a disfrutar. Bueno, vecinos y visitantes. Porque otra cosa que se nota desde un tiempo a esta parte es que cada vez hay más acentos foráneos en las concurridas calles de la ciudad de As Burgas. El AVE es lo que tiene. Muchos de esos turistas quisieron llevarse la imagen inmortalizada de cada detalle de esta fiesta de exaltación de la primavera y, frente a algunas de las composiciones vegetales, los móviles levantados sobre las cabezas recordaban a días de concierto.

Una de las más retratadas fue la de una representación de una tarea agrícola: la arada. La escena, reproducida a escala natural, incluía dos hermosos bueyes que llamaban la atención. «¿Les habrá llevado unas horitas de trabajo?», comentaba un turista. «Unas pocas, sí. Hace dos meses que empezamos», respondía José con cierta sorna. Él es uno de los cuatro vecinos de Cudeiro, miembros del colectivo Ratos de Biblioteca, que se encargaron de diseñar, construir y confeccionar la composición. «Lo más duro es la última semana, porque es cuando se coge el musgo y hay que empezar a coser y montar, sin dejar que se te seque. Regándolo cada poco, porque si no lo haces pierde el color», explicaba. Incluso ayer se turnaban con dos artilugios preparados para la ocasión, para mantener en el maio en buen estado.

El suyo es un buen ejemplo del esfuerzo que esconde esta representación de arte efímero vegetal en el que la tradición no es barrera para la imaginación. De hecho son muchos los que se salen del cono ancestral para plantear figuras y composiciones de lo más originales. Ayer había alguna incluso interactiva, como un photocall con dos huecos para que el público pudiese asomar la cara y hacerse una fotografía rodeado de una escultura vegetal.

La otra faceta artística que los ourensanos desarrollan en los maios es el talento como rapsodas en las coplas que suelen componerse para echarle humor a las cosas que han pasado a lo largo del año. También para la crítica política, principalmente en el ámbito local o provincial, pero también hay quien se atreve con asuntos de extramuros. Este año, quizá por la proximidad de la cita electoral que decidirá quién ocupe el sillón de la alcaldía, o quizá por el singular y agitado mandato que está a punto de terminar, prácticamente todas las coplas dirigían dardos hacia la casa consistorial.

Cantando las coplas
Cantando las coplas Santi M. Amil

Alguna había que le daba un repaso a la oposición: «Sen oposición isto é unha danza. Eles tocan a canción, e o pobo salta e salta»; «Pelexan sen decencia e sen se ocupar da educación e ciencia, tentan mellorar», decían un par de ellas. Pero la inmensa mayoría tenía al grupo de Democracia Ourensana y al actual alcalde como protagonista. Muchas coincidían en criticar el gasto en fiestas y orquestas, también era recurrente el recuerdo del paso de Omar Montes por la zona termal (donde compartió baño con el alcalde), casi siempre unido a la crítica por los cierres sufridos por estas instalaciones en los últimos tiempos. La multitud de obras que en estos momentos afectan a varias calles y el hecho de que hayan arrancado todas a la vez hacia el final del mandato también fue objeto de guasa en las coplas, aunque no todas son miradas con malos ojos. «Máis que contentos imos animar se os novos ascensores nos deixan estrear. Xa poden ter presa por rematalos, se non nas urnas ninguén vai votalos» opinan en una de sus coplas los de la Asociación de Daño Cerebral. No falta tampoco quien le echa humor a la invasión de jabalíes que soporta la ciudad en los últimos tiempos. «Noso grandioso alcalde anda a gastar en festas, mentres toda a cidade ten praga de bestas. Temos cans, ratas, pombas, xabaríns e gatos. Parece a cidade un safari urbano», aseguran desde el Club de Hockey Albor Ourense.

Los premiados

A la edición de este año se presentaron 41 composiciones vegetales y, aunque todos recibirán una ayuda de 300 euros por participar, no todos se llevan premio. El primero en los maios artísticos de este año, dotado con 900 euros, fue para el Peto das ánimas da Arnoia, de Os Lolailos. El segundo clasificado fue Sementando patacas, de Óscar López González, que se adjudica los 700 euros de la dotación económica. El tercero, de 500 euros, se lo llevó la compoisición Gaiteir@s de Velle. Entre los tradicionales, el más valorado fue Maio Ínfimo, de Silvia Pinha, que recibe 600 euros; el segundo, de 400, se  lo llevó el IES 12 de Outubro; y el tercero, la Asociación Cultural Auriense (300 euros).

En la categoría infantil, el primer premio (300 euros) es para Maio Bubuxas,de Silvia Pinha; el segundo (20 euros) para el Maio da Ponte, del ANPA da Ponte; y el tercero recayó en Galleira Crianzas, de Alba Quevedo (100 euros).

En cuanto a las coplas, las que más gustaron al jurado y se llevaron los 300 euros son las de Maio, sempre maio, de Bernardo J. Marques; mientras que en la categoría infantil, el premio fue para la agrupación Nova Fronteira con su Maio dos cantapoliños.