Julio Rodríguez, biólogo: «Los ingleses lo tienen más fácil porque tienen el "play" y el "game" y para nosotros es todo jugar»
OURENSE CIUDAD

El tercer libro de ourensano reflexiona sobre la importancia del juego libre para la educación de los niños
06 jun 2025 . Actualizado a las 05:06 h.La librería Eixo fue escenario este miércoles de la presentación del libro Jugar por jugar. Su autor, Julio Rodríguez, nació en 1980 en Panamá. Es hijo de emigrantes de O Carballiño y con cuatro años regresó junto a ellos. Ahora vive en Ourense y esta es su tercera obra. Las dos primeras, publicadas en los años 2018 y 2019 —Prevenir el narcisismo y Lo que dice la ciencia sobre educación y crianza— abordan temas similares. Trabaja como genetista clínico y de formación es biólogo molecular y psicólogo, pero también tiene un máster en educación. Tiene dos hijos de 12 y 10 años y «todo surge también de eso, de tener niños pequeños y comerse la cabeza para buscar información», explica. En Jugar por jugar «yo parto de la premisa de que todos los animales juegan, por lo menos los mamíferos, y nadie les enseña; es algo que ya viene grabado en nuestros genes y en nuestros cerebros», indica.
Julio Rodríguez se refiere, en todo momento, al juego tradicional, libre, sin reglas y sin planificación de elementos externos. «Es la manera que tiene el cerebro de aprender cómo funciona la realidad. Si lanzo una piedra a un cristal se rompe, pero si la lanzo a un árbol no, por ejemplo», explica el autor, que diferencia esta actividad con la relacionada con los videojuegos. «Los ingleses lo tienen más fácil porque tienen el play y el game y para nosotros es todo jugar, pero hay que diferenciar», explica el autor, que alerta sobre cómo las pantallas afectan al sueño o a las emociones: «Aunque los videojuegos no sean agresivos, activan demasiado el sistema nervioso de los individuos y los hacen más emocionales o irritativos». Sin embargo, el juego libre «potencia el desarrollo de la inteligencia, la imaginación y la creatividad», sentencia Julio Rodríguez.