El médico Emiliano Quiroga se jubila: «Aos 70 anos estou encantado pero non me deixan seguir»

PETÍN

Multitudinario homenaje al facultativo y al enfermero del centro de salud de Petín
19 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Cuanto tuvo que hacer la solicitud para ir a la universidad, Emiliano Quiroga Gayoso cubrió las tres opciones con «Medicina». Así de clara tenía su vocación, tal y como recordó su hijo, con el que comparte nombre, en el homenaje que los vecinos de Petín le quisieron brindar con motivo de su jubilación. Quiroga cuelga la bata después de más de cuatro décadas compartiendo centro de salud con el enfermero José Miguel Fernández, Quixé, que también se retira. Quienes fueron sus pacientes y se convirtieron en amigos quisieron agasajarlos con un acto en el que también se implicó el Concello y que abarrotó la plaza doctor Quiroga, que recibe el nombre del padre de Emiliano (quien fuera presidente de la Xunta) y que está situada ante la que fue la casa familiar.
Quixé puso en valor el trabajo de los alcaldes que lucharon por conseguir el centro de salud, «el más bonito de toda Galicia».Tuvo palabras de agradecimiento para la familia y los amigos, así como para el médico: «Estoy orgulloso de haber trabajado contigo, para mí ha sido un privilegio».
Habló después Francisco José Fernández, cuñado de Emiliano Quiroga, que leyó el discurso que escribió su hermano Julio. «Si Petín, pueblo inteligente, decide este homenaje, es que te quiere», dijo. Y se refirió a Emiliano como un médico que «ha trabajado años, ha aliviado penas y seguirá dispuesto a escuchar a sus pacientes; realmente lo llevas en los genes».
Tomó el relevo después Emiliano Quiroga hijo, que se recordó de pequeño en el coche de su abuelo yendo a visitar pacientes, una historia que ahora su padre repite con sus nietos. «Gracias por ser ejemplo, guía y por ser refugio. Gracias por enseñarnos que vivir para el pueblo es la forma más noble de vivir y gracias Petín por quererle tanto», dijo visiblemente emocionado tras destacar el papel fundamental de su madre: «Al lado de un gran hombre siempre hay una gran mujer».
Quiroga Gayoso agradeció el homenaje, del que no se consideró merecedor. Tuvo palabras para sus compañeros del centro de salud y de otros ambulatorios de la comarca, para la familia y para los amigos, antes de centrarse en los importantes, los vecinos y pacientes. Recordó anécdotas de cuatro décadas de consulta y dio consejos: «A ciencia e a tecnoloxía son importantes, pero a cura fundamental é o abrazo».
«Cando escollín Petín recibín un aplauso de minutos», dijo, porque suponía que dejaba libre vacantes en centros de salud más grandes. Nunca se arrepintió de su decisión: «Eu aos 70 anos estaba encantando, pero non me deixaron seguir, que se non seguía». Puso en valor el «latexo de Petín» y la hospitalidad que brinda a todo el que llega: «Petín sabe querer».