El arrastre de cenizas por la lluvia deja varios pueblos de Vilamartín de Valdeorras sin agua potable

Tras los incendios forestales del pasado mes de agosto estaba por ver qué pasaría cuando llegase la lluvia. Y los aguaceros de los dos últimos días ya lo han mostrado: la ceniza ha llegado a las captaciones de agua, contaminándolas. En Vilamartín de Valdeorras hay cuatro pueblos con restricciones al consumo de la red de abastecimiento. Son el casco urbano, Arcos, Valdegodos y San Miguel. «Aínda non temos o resultado das analíticas, pero non fai falta, basta con abrir a billa para ver que a agua baixa totalmente atoldada», explica el alcalde, Enrique Álvarez Barreiro. Lamenta que dos meses después de que el fuego dañase parte importante de la superficie municipal las diferentes administraciones no hayan hecho las actuaciones necesarias para evitar unas consecuencias de las que el gobierno local lleva semanas alertando. 

«As augas veñen tan sucias que son imposibles de tratar», añade el regidor. Explica que la paja esparcida o las fajas realizadas no son suficientes. «Están ben para cando chove miúdo, pero non son suficientes cando arroia», explica. No solo no se puede utilizar el agua de la traída para beber o cocinar, sino que tampoco recomiendan usarla para poner el lavavajillas o la lavadora. «E incluso para ducharse ás veces non sae en condicións», señala Barreiro. Básicamente sirve para usarla en el váter.

---

---

---