Una agresión con un palo y una sulfatadora enfrenta en un juicio a tres vecinos del mismo pueblo: «Veu coa máquina e deume na cabeza»
XINZO DE LIMIA

El denunciante asegura que los acusados, un matrimonio con el que tenía malas relaciones, lo atacaron tras recriminarles que le hubieran segado una finca sin su consentimiento
18 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Un incidente presuntamente ocurrido el 23 de junio del 2023 en una aldea de Baltar llegó a juicio ese martes en la sala de vistas del Juzgado de lo Penal dos de la capital. En el banquillo de los acusados se sentó un matrimonio al que se atribuye la autoría de los golpes que sufrió un vecino con el que tenían malas relaciones desde mucho tiempo antes. El perjudicado asegura que los investigados lo agredieron con el mango de una sulfatadora y con un palo, pero ellos lo niegan todo y ven un ánimo de venganza en todo el asunto. Ahora la jueza tendrá la última palabra.
El denunciante, personado en el caso como acusación particular, explicó en la vista que el detonante de todo fue la decisión de los acusados de segar una finca de su propiedad. Relató que cuando lo descubrió le llamó la atención a su vecino, quien en ese momento se encontraba sulfatando unas patatas. «Veu coa máquina e deume co ferro na cabeza», explicó ante la magistrada, relatando que enseguida se presentó también la mujer del acusado y comenzó a golpearlo con un palo. «Pegoume o que quixo», contó.
La víctima, que tiene prescrito tratamiento con anticoagulantes, empezó a sangrar profusamente y llamó a una ambulancia. Fue trasladado al centro de salud de Xinzo y desde allí lo derivaron al hospital de Ourense. «Eu o que quero é que me deixen tranquilo, nada máis», explicó el perjudicado.
Pero sus vecinos sostienen que nunca estuvieron en la finca en la que según el denunciante tuvo lugar la agresión y que se enteraron de la denuncia tres días después, cuando los llamó la Guardia Civil para ir a declarar. «Fixo moitas averías», dijeron del hombre que los acusa, asegurando que ellos siempre han tratado de resolver todo «pola ley».
La forense que examinó al perjudicado certificó que tenía dos heridas en la cabeza y aclaró que difícilmente pudo habérselas causado él mismo, como sostiene la defensa. También constató que el hombre, de 76 años, tenía hematomas en la espalda. Las acusaciones se agarran a esas evidencias y ven «coherente» la declaración del denunciante.