La pandereta de Carlinhos

La Voz

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

Praza da Ferrería El músico brasileño empleó en su concierto pontevedrés uno de los muchos instrumentos tradicionales que adquirió en un puesto de la Feria Artesanal

19 ago 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

Fueron muchos los pontevedreses que vieron al artista brasileño Carlinhos Brown dándose un paseo por la feria de artesanía de Curros Enríquez horas antes de su concierto. ¿Y qué se compró el cantante? Pues instrumentos, claro está. Brown reparó especialmente en uno de los puestos de Artesanal, el que regentan Dionisio Aboal y su esposa Carmen Quintás. El primero es miembro de la veterana Agrupación Folclórica Os Alegres, que su padre fundó, y a través de la que fundó un taller de artesanía y reparación de instrumentos tradicionales que se acabó convirtiendo en su profesión. En el puesto el músico brasileño compró una pandereta que luego utilizó en su recital, pero quiso regatear su precio con Aboal, a lo que éste se negó. Brown le pidió entonces que le regalara la funda, algo que también rechazó el propietario del taller. Al final, el músico y varios de sus compañeros acabaron comprando de todo en este stand, como un pandeiro de pecho, unas tréculas (una especie de acordeón de tablas) y un montón de carrizos. También quería comprar el bahiano un espectacular instrumento a base de martillos (con el que posa Aboal en la imagen superior), pero el propietario descartó deshacerse del único que le queda en este momento. Lo cierto es que tan encantado quedó Brown con la visita que invitó al concierto a los dueños del taller, aunque estos prefirieron declinar la invitación en favor de su hija. Así que el músico les pidió el móvil de la chica y poco más tarde un percusionista le llamaba para advertirle dónde recoger las entradas. Otros clientes Hace tres años que Aboal y Quintás decidieron llevar su negocio por las ferias de artesanía. Y comentan que muchos de sus clientes son, como Brown, músicos que van a ofrecer conciertos en los lugares donde instalan el puesto. Sin ir más lejos, hace poco estuvieron en Vilagarcía y la propia Amaya, cantante de El Consorcio y antes de Mocedades, les adquirió una charrasqueta (más o menos una pandereta sujetada por un palo). Comenta la mujer de Aboal, Carmen Quintás, que la mayoría de las personas que paran por el stand quedan admiradas de la cantidad y variedad de instrumentos y que a lo largo del día tiene que realizar múltiples explicaciones para saciar su curiosidad sobre cómo se llaman y para qué se utilizan cada uno. Claro que el taller de instrumentos de este pontevedrés tiene sus propios clientes fijos dentro del mundo de la música tradicional gallega. Así, por ejemplo, Carlos Núñez suele comprar panderetas, al igual que los integrantes de A Roda. Aunque quizá lo más demandado son las carracas, realizadas en madera de boj. En los últimos tiempos han comenzado también a fabricar gaitas y todo este material es muy demandado en Madrid y Barcelona. Lo dicho, se trata de todo un mundo por descubrir.