La Iglesia no es la pasarela Cibeles

Chelo Lago

PONTEVEDRA

Unos carteles en el vestíbulo del templo de San José de Campolongo invitan a los fieles a ser recatados en el vestir

25 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Quienes vayan a la iglesia de San José de Campolongo, en pleno centro de la ciudad, se encuentran en su vestíbulo, antes de acceder al propio templo, con unos carteles que invitan a acudir «vestido correctamente» que causan una cierta controversia.

En los letreros, impresos a todo color, se puede leer «Ser diferente, ser elegante, es vestir, actuar y hablar con buen gusto. En la Iglesia Dios nos pide ser elegantes con él y con los demás» y se indican una serie de consejos «que te pueden ayudar».

Entre ellos está el de «procurar venir vestido correctamente» y a continuación se ven seis personas con una cruz mostrando su incorrección en la vestimenta. Así, se tachan personas con los brazos al aire, con minifalda, con el abdomen al descubierto, con escote de tirantes, con otro escote a la espalda y con pantalón corto.

Muchos fieles comentaron que los carteles «llevan ya mucho tiempo, creo que más de un año», y no les causan ningún tipo de problemas, aunque alguno reconoce que quizás «sea excesivo». Hay que tener en cuenta que la iglesia de San José es un templo moderno, que este año celebra su 25 aniversario, y no es, precisamente, lugar de peregrinación de turistas en busca de inmortalizarse ante su monumentalidad ni tampoco forma parte de la ruta jacobea. «Aquí los que venimos lo hacemos a algún oficio religioso y solemos ser del barrio», confirman.

Otros se sienten ofendidos por los carteles pues consideran que es «pasarse de la raya» y recuerdan que no hace tanto tiempo que para asistir a misa las mujeres tenían que hacerlo con un velo en la cabeza y por supuesto, los brazos completamente tapados, lo que no indicaba que se fuera mejor cristiano. «¿Querrán volver a esos tiempos?», se preguntan.

Por su parte, a otra mujer, que se define como católica practicante, también le parece absurdo. «Yo no acudo asiduamente a esta iglesia porque vivo en otro municipio, pero sí he asistido a alguna ceremonia religiosa y creo que el párroco tiene una fijación con el vestir». Y comenta un hecho del que fue testigo: «En un funeral de aniversario, con la iglesia solo con familiares del fallecido, el oficiante, a la hora de comulgar, advirtió de que se abstuviera de ir a recibir el Cuerpo de Cristo quien estuviese indecorosamente vestido, lo que provoco que yo misma me cortara y que alguna persona abandonara la iglesia, indignada por la recomendación».

Para hablar con Dios

Otros testigos afirman que en alguna otra ceremonia, el sacerdote llegó a dar las gracias por el «recato en el vestir», porque «una cosa es venir a la casa de Dios y otra ir a tomar un café al Carabela o a la playa», ante el estupor de más de uno de los asistentes que llenaban el templo por tratarse la celebración de unas Primeras Comuniones.

Precisamente en los carteles también figura que «La Iglesia no es una playa, ni la pasarela Cibeles, ni un campo de deporte. Es un lugar Sagrado, vistamos con respeto y dignidad. Tu puedes hacerlo más fácil. Piensa en los demás y Dios te lo agradecerá».

Además de las controvertidas recomendaciones en el vestir, en los carteles se pide puntualidad y la no utilización de los teléfonos móviles pues «la cobertura para hablar con Dios es total». Al margen del mensaje más o menos afortunado, muchas personas no están de acuerdo con el hecho en sí de colocar unos carteles tan explícitos, con tanto dibujo. Una de ellas, al ser preguntada, respondió evasiva y socarronamente que «lo que han de comer los gusanos, que lo vean los cristianos».