«Estoy en lo alto del mundo ahora. He ganado unos pocos torneos en mi vida, pero la forma como me siento ahora es increíble». Palabra de Ricky Barnes, el tipo que asombra en el US Open ( Golf +, 19.30, y Canal +, 1.25 ). Anoche, después de las dos primeras rondas, el jugador estadounidense lideraba el torneo. Mandaba, además, con el mejor resultado en la historia del segundo major del año en los 36 primeros hoyos. Con 132 golpes (67+65), ocho bajo el par del campo negro de Bethpage State Park, llegaba a las dos últimas vueltas con opciones. La organización tenía previsto aprovechar las últimas horas de luz del día de ayer para que, después de fijar el corte , algunos jugadores iniciasen su tercera ronda.
En el 2002, el año que Tiger Woods ganó el US Open precisamente en Bethpage, Barnes se hizo con el título del Campeonato de Estados Unidos amateur . Entonces, todavía estudiante en la Universidad de Arizona, venció en la final de Bloomfield Hills, en Míchigan, a Hunter Mahan.
Barnes batió la anterior marca en los primeros 36 hoyos de un US Open, que compartínan Jim Furyk y Vijay Singh por sus 133 golpes en Olympia Fields en el 2003. Mandaba anoche con un golpe de ventaja sobre el norteamericano Lucas Glover, y dos sobre el canadiense Mike Weir, ganador del Masters de Augusta en el 2003. ¿Y los favoritos? Lee Westwood era uno de los empatados en la séptima plaza, a seis golpes del líder. Phil Mickelson, que juega aclamado por la afición pues su mujer, Amy, afronta un cáncer de mama, llega en una excepcional situación a las dos últimas vueltas, a siete impactos de Barnes. Tiger Woods se recuperó algo, pero sigue lejos de la cabeza (+3). Sergio García (par) es el mejor español.