Sí hay quinto malo: «Fiscal» fue devuelto a toriles por su evidente cojera en la pata trasera izquierda
01 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.En la plaza de Pontevedra se rompieron tópicos. Como ese que dice que no hay quinto malo. Ayer lo hubo. Fiscal fue juzgado, no tenía muy legal su pata trasera izquierda y fue devuelto a toriles mientras era abucheado por el público. La otra rareza de la primera de feria fue que Enrique Ponce se fuera de vacío de la plaza de Pontevedra, algo que no había ocurrido en las dieciocho ocasiones en que ha toreado en la ciudad.
Toda la gloria se la llevó El Juli, que buscó salir por la puerta grande y lo logró con una primera faena de vértigo y una segunda en la que se centró más en dar espectáculo. Julián López quiso inmortalizar la grandeza del toreo en su primera aparición después de la polémica prohibición de la fiesta en Cataluña.
En esa primera faena, el diestro acabó enfadado después de que el presidente le hurtase la segunda oreja que reclamó el público. Y es que su desafío con Carafeo, al que se arrimó al máximo, lo merecía. Consiguió que la plaza volviese a corear «!Juli, Juli!»...
A Ponce y a Sebastián Castella les tocaron, sin embargo, los más flojos del lote de Alcurrucén, y poco pudieron hacer. Mientras el primero se despachó con un par de faenas de alivio, el segundo lo intentó más en el sexto de la tarde, Doctor. A pesar de que con el capote se lució, y con la muleta dio dos espectaculares pases de espaldas al toro, finalmente no hubo medicina que hiciera mover al morlaco sobre el albero. Eso sí, con el acero acertaron los tres matadores.
Fuera de la plaza, dos peñistas que llevaban una pancarta alusiva a las Antitouradas fueron identificados por efectivos de la policía nacional.