El periodista Pascual Serrano participó ayer en la jornada inaugural de la Semana de Filosofía con una charla sobre la «desinformación» o «manipulación deliberada» que ofrecen hoy en día los medios.
-¿A qué obedece esa desinformación?
-No siempre es intencionada. Yo parto de la idea de que hay una desinformación estructural, inherente al formato con el que nos hemos dotado los medios. Hay un problema de brevedad, de espectacularidad, de dinámicas de trabajo que impiden profundizar. En otros casos sí, en la medida en que los medios sirven a unos principios que no son simplemente los periodísticos, que son la propiedad del medio, la publicidad... Hay muchos intereses perversos que definen la programación y las líneas editoriales y que no tienen que ver con una información plural.
-¿Cómo analiza el papel de los medios en la revolución del mundo árabe?
-Creo que una vez más se vuelven a aplicar unos criterios estereotipados sobre los gobernantes, en función de que las directrices políticas dominantes europeas digan que son buenos o malos. Nunca nuestros medios habían dicho que Mubarak o Ben Ali fueran dictadores, pero en el momento en que los gobiernos europeos les dejan caer y reniegan de ellos ya lo empiezan a decir. Y el rey de Arabia Saudí todavía no es dictador porque los políticos no lo han dicho. Mientras, es el respetuoso monarca saudí.
-¿Qué puede hacer el ciudadano?
-Evidentemente es difícil. Creo que los ciudadanos en democracia deben de tener una participación mucho más elaborada en la política, en los movimientos vecinal, laboral y en el informativo. Creo que hay que buscar fuentes originales y en la información compleja hay que evitar esos partes de guerra de periódicos, que no profundizan y no dan contextos y antecedentes. O profundizamos y exponemos en toda su complejidad los asuntos o el espectador va a optar por otros formatos que van a acabar con el periodismo y seremos cómplices.
pascual serrano periodista