Miedo a una posible denuncia por «malvender» la planta láctea de Saiar

La Voz

PONTEVEDRA

29 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Clesa es una de las empresas más importantes del municipio de Caldas. Desde su creación como tal en 1978 -aunque cinco años antes se constituyó la sociedad Lácteas del Atlántico- pasó por diferentes etapas y dueños. En 1998 se hizo con su control la italiana Parmalat y en el 2007 fue Nueva Rumasa quien compró la factoría.

Los actuales problemas de la planta ubicada en Saiar trascendieron el pasado 19 de enero. Ese día el comité de empresa hacía público que desde el 2010 la plantilla sufría retrasos en el cobro de las nóminas, pero se alertaba de un problema mucho más preocupante: paros en la fabricación provocados por un desabastecimiento de materias primas por deudas.

Era un síntoma del principio del fin de Nueva Rumasa. En marzo la empresa de la familia Ruiz-Mateos presentaba concurso de acreedores. Desde entonces los trabajadores de la factoría mantienen la producción bajo mínimos para evitar su cierre y defienden su viabilidad. Las expectativas económicas de los administradores concursales podrían frenar la venta para eludir, según fuentes consultadas por La Voz, que se les acuse de «malvender» la planta.