
Los astados de la casta Alcurrucén llegaron ayer al coso de San Roque
03 ago 2012 . Actualizado a las 06:57 h.Con la llegada ayer de los astados de Alcurrucén, Pontevedra emboca las vísperas de una nueva edición de la feria taurina de A Peregrina. Por delante, cuatro festejos que traerán a la ciudad del Lérez a lo más granado del escalafón de matadores, así como a algunas de las ganaderías más apreciadas del momento.
Entre estas se encuentra la ya citada, una casta que va camino de convertirse en todo un clásico en la ciudad. No en vano, en la última década apenas se cuentan los años en los que esta divisa ha faltado a su cita con Pontevedra. En su haber cuenta que el primer astado indultado sobre la arena de la capital de las Rías Baixas, de nombre Fígaro, pertenecía a esta ganadería.
En cuanto al lote que se pondrá en juego mañana, está compuesto por tres toros negros, otros tantos castaños y uno berrendo, esto es, con manchas de distinto tono al de la capa de color castaño predominante.
Ángel Muñoz, mayoral de la ganadería, destacó ayer la planta de todos los ejemplares, así como auguró que la del sábado sería una corrida, en principio, muy interesante. Destacó que todos los astados se mueven entorno a los 500 kilos de peso.
Todos ellos serán lidiados por los espadas Juan José Padilla, Miguel Ángel Pereda y Sebastián Castella, que sustituye al lesionado Enrique Ponce. Si el de Chiva, uno de los matadores más queridos por el aficionado pontevedrés, no podrá estar en la feria, no ocurrirá lo mismo con El Fandi. Salvo complicaciones de última hora, David Fandila reaparecerá este sábado en A Coruña después de que un golpe en el rostro el pasado sábado en Tudela le impidiese saltar a la arena de Calasparra.