Un curso para hacer jabones lo introdujo en el mundo de la cosmética y ahora vende sus esencias en las ferias
20 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Martín Barreiro llegó al mundo de la cosmética natural por culpa de su madre. Lo suyo, inicialmente, era la hostelería. Estudió en el centro superior y ejerció de sumiller, llegando incluso a clasificarse para la final gallega del prestigioso Nariz de Oro. Pero hace cinco o seis años se encontraba en paro y en una situación personal difícil. «Buscaba algo que me fixera esquecer todas as miñas penas», relata. Así que cuando su madre le regaló un curso para aprender a hacer jabones naturales no se lo pensó dos veces. Una cosa llevó a la otra y «había a posibilidade de facer tamén un de perfumes e fíxeno, por casualidade», relata. Fue aquí donde le encontró la vertiente práctica a todo lo que había aprendido como sumiller. Porque «teñen moitos puntos en común», explica. Todo es, al final, cuestión de nariz.
En lo que a aromas se refiere, vino y perfumes son muy similares. «Funcionan igual as dúas cousas. Os primarios, son os que primeiro aparecen, os secundarios son a personalización e os terciarios son a alma do perfume, igual que son a alma dun viño», explica. Como ya contaba con cierta experiencia olfativa, vio sencillo eso de lanzarse a hacer esencias. «Empecín facendo probas a porta fechada, facendo regalos aos amigos e vin que podía funcionar», explica. Así que se pasó los primeros cinco años encerrado, «centrándome en conseguir un produto de calidade, que fora duradeiro e que non lle tivera nada que envexar aos perfumes comerciais», sostiene. Con un alambique destiló un sinfín de esencias, hasta conseguir unos aromas de calidad. Utilizó para ello, «herbas naturais locais, que me atopo no campo. Entre un 60 e un 70 % dos produtos que utilizo son de aquí», relata. «Quería que os meus estivesen tan presentes como un de Giorgio Armani», afirma. Y lo consiguió. Así que este verano empezó con la comercialización de sus productos. Para ello se recorrió varias de las principales ferias que se organizan en Galicia.
A la carta
El resultado, por ahora, es satisfactorio. «Estou bastante contento», explica. Sobre todo, porque lo suyo no es solo exponer sus esencias y que el cliente elija la que más le gusta. Lo suyo es hacer perfumes a la carta, basándose en los gustos de los que pasan por su puesto. «Gústame que o cliente sexa o protagonista. Eu son un simple mezclador, que fai recomendacións», asegura. El proceso es sencillo, la gente pide aromas y él le recomienda con qué pueden mezclarlos. «Procuro recomendarlles aromas equilibrados, pero se queren un perfume de allo tamén llo fago», relata. Porque a veces pasa. «Un home quería un perfume de árnica, que non é nada agradable para o cheiro, e eu fíxenllo», afirma.
Eso de involucrar al cliente en el proceso de creación tiene sus ventajas. «Sérveme de inspiración», explica. «Un home pediume unha combinación que me parecía imposible porque quería botar fresa e froita da paixón e agora téñoa de referencia», añade. De cada una de las elaboraciones que vende, conserva la receta, por si alguien quiere volver a por más. Con lo que no está tan de acuerdo es con lo de copiar las fragancias de marcas comerciales. «Eu non copio perfumes, para iso xa existe unha franquicia», relata. Señala, además, en que «non me parece nin orixinal, nin ético». Es más, considera que siempre es mejor «ter a opción de ter o teu propio perfume e o cliente, normalmente, queda máis satisfeito». Y explica que si a veces nos gustan determinados aromas «é porque estamos habituados a eles».
Para Martín, aprender a distinguir olores no tiene más complicación que el entrenamiento. «Non fai falla ter un gran nariz, so practicar». Por eso considera que «calquera pode ser un gran perfumista, pero é un choio de todos os días». Asegura que en esto no vale hacer como con los exámenes, darse el atracón el último día. «Non vale adestrar un día a semana, hai que facelo todos os días».
Más productos
Ahora que ya tiene sus esencias listas, ha decidido ampliar su cartera de productos. «Esta fin de semana imos facer incenso con herbas aromáticas e tamén xampú e crema hidratante», afirma. Para hacer todos estos productos utiliza hierbas que, en su mayoría, coge en los montes de O Grove. «Aquí hai moito potencial. A nivel industrial os franceses son unha potencia, pero eles non teñen materia prima coma nós», cuenta. En los montes gallegos, en cambio, crecen de forma salvaje un sinfín de hierbas de las que extrae sus aromas. De buena parte de ellas guarda muestras en botes. Porque de ahí, de esos materiales, salen sus preciadas esencias.