Hotusa, nueva propietaria, ya se ha atrevido a cerrarlo durante medio año para recortar gastos, pero entiende que la solución es convertirlo en un establecimiento de temporada
11 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La compra por la cadena Hotusa tanto del Gran Hotel de A Toxa como del Hotel Balneario Illa da Toxa me parece que es la última gran oportunidad para rescatar ambos establecimientos, pero, sobre todo, de evitar, especialmente, el cierre del primero, cinco estrellas gran lujo, que transita desde hace años por una cuesta abajo inexorable.
El Gran Hotel que ha sido santo y seña del turismo termal y de alto standing en Galicia, lleva en zozobra tanto tiempo como el empleado por la banca propietaria de la instalación en intentar sacudirse ese y los demás activos que reunían en la isla desde la época de Pedro Barrié de la Maza y la Condesa de Fenosa.
Para peor suerte del Gran Hotel, hasta tres bancos han tenido capacidad decisoria sobre su devenir. Las decisiones adoptadas, analizadas con la perspectiva que otorga el tiempo transcurrido, revelan una trayectoria errática que ha complicado el de por sí difícil negocio de mantener un hotel de gran lujo abierto los 365 días del año.
Cerrado durante meses
Primero fue el Pastor que, en un momento dado -2004-, colocó la gestión del hotel en manos de la cadena Hesperia, cuyos criterios de explotación estaban reñidos con los parámetros de calidad que habían regido en el Gran Hotel de A Toxa durante décadas. Por eso el acuerdo entre ambas partes se rompió antes de tiempo. Concretamente en el 2009, cuando, según Hesperia, ya había que cerrar parte del Gran Hotel para acometer reformas en sus instalaciones.
Luego fue el Banco Popular. Al absorber al Pastor también se tuvo que merendar los activos que arrastraba el banco de Arias. Para Ángel Ron y demás directivos, el Gran Hotel y restantes propiedades en la isla eran «un marrón» del que había que deshacerse lo más rápido posible. De ahí el acuerdo a la baja con la cadena Hotusa para que asumiera la gestión de los hoteles desde el 2015. Del mismo modo vendieron el Beach Club a Golf La Toja S. A. y antes se deshicieron de las acciones que tenían en esa entidad deportiva.
Y… ¡ya qué decir del Santander! El banco de los Botín urgió desembarazarse de todo el lastre posible que arrastraban Pastor-Popular. La solución, materializada el pasado jueves, fue vender los hoteles y otras propiedades a quien ya explotaba parte del negocio, es decir, a Hotusa.
Todos estos bandazos han ido despojando de personalidad al Gran Hotel, cada vez más empujado a dinámicas de explotación economicistas. ¡Quién se podía imaginar llegar al extremo inédito de cerrar durante meses como ha venido ocurriendo desde el 2016! Al principio, so pretexto de obras de reforma. Ahora ya sin excusas. Se trata de minimizar pérdidas porque en temporada baja no se venden estancias. Ahora mismo, hoy domingo 11 de marzo, el Gran Hotel de A Toxa está cerrado. Y así seguirá hasta vísperas de Semana Santa. Absolutamente indicativo de cómo están los tiempos.
La isla de A Toxa mantiene el encanto del lujo y del glamour pero el Gran Hotel no es ni la sombra de lo que fue hace décadas cuando se le reconocía como lugar de hospedaje de reyes, aristócratas, millonarios y famosos. Aquellos tiempos no volverán. Es gloria pasada.
Centro vacacional
El futuro del Gran Hotel pasa por reconvertirse en un centro vacacional, en un establecimiento de temporada. Así ya viene siendo en los dos últimos ejercicios. Antaño era inimaginable que el Gran Hotel cerrara en algún momento del año. Desde el 2016, el regio establecimiento cierra en octubre, después de la Festa do Marisco de O Grove y salvo una breve reapertura en Navidades, permanece cerrado hasta las vísperas de Semana Santa. Su plantilla, del orden de 75 empleados, no ha tenido más remedio que acomodarse a estas nuevas condiciones laborales. Ahora son fijos-discontinuos.
En los últimos años Concello de O Grove, empresarios de hostelería, comerciantes y demás agentes sociales han expresado varias veces su preocupación por el impacto negativo que tiene para la economía local el cierre durante meses de los establecimientos hoteleros de A Toxa. El alcalde, José Cacabelos, también sospecha que el Gran Hotel está ante su último tren.
El casino, también en Vigo
La venta por el Banco Santander a Hotusa de diferentes activos en la Isla de A Toxa predice futuros movimientos en próximos meses. Uno de ellos, esperado y temido en O Grove desde hace años, tiene que ver con la apertura de una sucursal del Casino de La Toja en Vigo.
La empresa de juegos que explota desde 1995 el casino grovense es Cirsa, que paga religiosamente cada mes un dineral por el alquiler del local donde está ubicado. Antes se pagaba al Pastor y ahora el casero será Hotusa. Esa es la única relación contractual entre ambas partes. Nada de lo ocurrido afecta ni a la operativa del casino ni a los planes inminentes de Cirsa que viene suspirando por abrir en Vigo conscientes de que estar en la mayor urbe de Galicia es la única manera de reactivar el negocio. El decaimiento de la isla y sus hoteles, arrastra al casino. En semanas como estas, las visitas que recibe en sus salas de juego están exclusivamente vinculadas a excursiones del Imserso que llegan hasta A Toxa.